¿Podrá Julián Castro ser el primer Latino en la Casa Blanca?
A pesar de su juventud, el antiguo alcalde de San Antonio (Texas), puede darle guerra a sus contrincantes y compañeros de partido. ¿Podrá realmente conseguir…
Si un candidato latino y demócrata le parece muy descabellado piense en esto: las elecciones de mitad de periodo dieron un giro radical gracias al aumento de la participación hispana en la votación, ¿por qué no tener un candidato con el que esta demografía se identifique?
Aunque la pregunta parece demasiado sencilla, sus connotaciones no lo son. Desde hace un año, una posible carrera de Julián Castro para las elecciones presidenciales de 2020 finalmente terminó con su candidatura formal, agregando leña a la desesperación del país para ver que este periodo presidencial termine.
Sin embargo, jugar la carta de la raza en un escenario político como el de Estados Unidos no viene sin consecuencias, especialmente cuando el contrincante número uno es Donald Trump.
Durante su visita a Los Angeles esta semana, Castro dedicó gran parte de su tiempo a hablar con potenciales votantes, en especial jóvenes y latinos. En California, la fuerza de voto joven es una de las mayores causas de cambio político, especialmente después de las elecciones de mitad de periodo; y si se considera que es un estado con una gruesa comunidad hispana, el joven latino es el primer objetivo de muchos candidatos.
Asimismo, y según explicó el politólogo Matt Barreto a NBC News, este estado es fundamental en las primarias, pues es uno de los primeros ciclos y cuenta con la mayor cantidad de delegados. “Es el gran premio latino”, agregó.
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Henry Cisneros, mentor y predecesor de Castro tanto en Washington como en San Antonio, también dijo que "2020 debe ser el año del surgimiento latino en la política estadounidense".
Aunque este escenario pareciera facilitar las cosas para Castro, la multitud de contrincantes que enfrenta y la pluralidad de necesidades del electorado juegan en su contra. La simpatía con la que cuenta la senadora local Kamala Harris y el apoyo obtenido por el senador Sanders por parte de los hispanos durante las primarias del 2016 indican que Castro tendrá que esforzarse por reforzar sus promesas de campaña y solidificar su imagen como candidato.
Castro ha compartido su visión en cuanto a asuntos de debate nacional, como un Medicare para todos, la importancia del acceso a la educación y los impuestos a los más pudientes.
Sin embargo, y corriendo el riesgo de no quedar nominado, el verdadero logro de este joven político en las primarias demócratas podrá ser el de impulsar el voto y la participación de los latinos en todo el país.
Es primera vez que la comunidad percibe a “uno de los suyos” en la carrera: un hijo de inmigrante, activista y con experiencia de primera mano en lo que significa surgir desde abajo en un país como Estados Unidos.
Y es que al final, la estrategia juega en una sola dirección: vencer a Donald Trump y cambiar la dirección en la que se dirige el país.
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