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Traslado de vacunas contra la COVID-19 en Perú. FOTOGRAFÍA: El Comercio / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO
Traslado de vacunas contra la COVID-19 en Perú. FOTOGRAFÍA: El Comercio / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO

Vacunagate: el escándalo en Perú confirma que 487 funcionarios recibieron la vacuna en secreto

El último escándalo en Perú se ha desatado luego de que se confirmara que 487 personas se aprovecharon de su cargo público para recibir en secreto la vacuna…

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El presidente de Perú, Francisco Sagasti, confirmó el lunes por la noche que 487 personas se vacunaron en secreto. Muchos funcionarios públicos aprovecharon su posición para ser inmunizados con las vacunas de Sinopharm en el último tercio del 2020.

Sagasti afirmó que las personas involucradas en este hecho irregular serán separadas de sus cargos porque “no tienen cabida en este gobierno” y aseguró que el Ejecutivo seguirá con las negociaciones para lograr las vacunas que permitan inmunizar a toda la población.

El presidente se dirigió al país en una conferencia de prensa acompañado de la presidenta del Consejo de Ministros, Violeta Bermúdez, y afirmó estar indignado y decepcionado al enterarse que 487 personas, funcionarios públicos y allegados, aprovecharon su posición para ser inmunizados con las vacunas de Sinopharm que llegaron en complemento a las vacunas que se usaron en los ensayos clínicos del país, según informó Agencia Andina.

Entre las personas que recibieron la vacuna contra la covid19 sin que les correspondiera se encuentran la exministra de Salud Pilar Mazzetti, que hace unos días negó haberla recibido, y la ministra de Relaciones Exteriores Elizabeth Astete quien renunció al cargo luego de admitir que se habría vacunado de manera irregular. Según el diario El Comercio, Mazzetti se vacunó a mediados de enero de este año y recibió la segunda dosis el 6 de febrero en las instalaciones de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), de acuerdo con las fuentes del programa de ensayos de Sinopharm. Es decir, antes de la llegada del primer lote de vacunas contra el coronavirus.

El caso del ex presidente Martín Vizcarra, también ha causado gran indignación en el país. Vizcarra, junto con su esposa y un hermano, recibieron la vacuna en octubre, poco antes de que fuera vacado por el Congreso. El ex mandatario dijo públicamente que fue “voluntario” en el ensayo de la vacuna de Sinopharm, antes de que la misma recibiera la luz verde el 31 de diciembre, pero la Universidad Cayetano Heredia lo desmintió. “Me someto a las investigaciones (de la fiscalía) en aras de esclarecer esta situación”, afirmó Vizcarra, negando que haya “mentido” o cometido algún delito.
Luego de que otros funcionarios admitieran recibir la vacuna de manera extraoficial, el ministro de Salud, Óscar Ugarte, anunció que el Gobierno abriría una investigación sobre este escándalo, pues implicaría que habrían llegado a una serie de acuerdos con las empresas farmacéuticas para inmunizarse de espaldas a la población.

El domingo se reveló que Sinopharm habría entregado 3.200 dosis extras, además de las destinadas a los 12.000 voluntarios. Por su parte, la embajada china comunicó que “no tiene información de la identidad de los vacunados”, pues el ensayo estuvo a cargo de universidades peruanas. 
El caso ha indignado al país entero, que además siente impotencia al no poder movilizarse contra lo sucedido debido al confinamiento total en el que se encuentra el país por la segunda ola de la pandemia, y por el miedo frente a la situación, ya que los contagios y muertes de la segunda ola cuadruplicaron las cifras del mes de diciembre.

Este escándalo es un reflejo del nivel ético de la clase política peruana, “No puedes tú inocularte y tu familia (...) cuando hay gente en la primera línea, doctores, que se han muerto”, dijo a la AFP la trabajadora Anaís Rojas.  En otras partes del mundo algunos presidentes y funcionarios se han vacunado en público para dar ejemplo a la sociedad, pero en Perú las críticas apuntan a que hubo autoridades que recibieron las dosis anticipadamente y sin comunicarlo.

Al Perú llegó hasta ahora un millón de dosis de la vacuna china, de las que han sido aplicadas unas 77.000 al personal sanitario, pero aún no se tiene fecha de inicio de la vacunación al resto de la población. Con 43.703 fallecidos por COVID-19 además de los 1,23 millones de casos confirmados el ‘Vacunagate’ demuestra la enorme falta de ética, que puede considerarse un delito contra la salud pública del país.