Vouchercare no es Medicare
¿Qué dice un nombre? Mucho, el Comité Nacional Congresal Republicano obviamente lo cree. La semana pasada, el Comité envió una carta en la que exigía a una…
Sin
embargo, Comcast, el dueño del canal, rechazó la demanda – y con toda razón. Ya
que los republicanos buscan en efecto desmantelar a Medicare como lo conocemos,
sustituyéndolo con un programa mucho peor.
Veo
muchos intentos por abuchear a quienquiera que plantee este punto evidente, y
no sólo son los políticos republicanos. Por alguna razón, muchos comentaristas
parecen creer que describir con precisión lo que el Partido Republicano propone
en realidad se reduce a demagogia. Sin embargo, no hay nada demagógico en decir
la verdad.
Empecemos
con la aseveración de que
supuestamente el plan del Partido Republicano simplemente reforma a
Medicare en lugar de acabarlo. Sólo citaré al bloguero Duncan Black, quien
resume esto diciendo que "cuando remplacemos a los marines con una pizza,
llamaremos a la pizza marines". El punto es que se puede llamar Medicare al
nuevo programa, pero es uno totalmente diferente – se le puede decir
Vouchercare (cuidado médico a cambio de vales o cupones) – que no ofrecería
nada parecido a la cobertura que reciben ahora los ancianos. (Los republicanos
se enfurruñan cuando se llama a su plan "un ardid amparado en cupones", pero
eso es exactamente lo que es.)
Medicare
es un sistema de seguros administrado por el gobierno que paga directamente a los
proveedores de salud. En cambio, el Vouchercare entregaría cheques mas bien a
las aseguradoras. Específicamente, el programa pagaría una cantidad fija a los
seguros médicos privados – más alta para los pobres, más baja para los ricos,
pero sin variar para nada el nivel real de las primas. Si no se pudiera pagar
una póliza adecuada a las necesidades, aun con el vale, ese sería problema de
cada quien.
Y la
mayoría de los adultos mayores no podrían pagar la cobertura adecuada. Se
encontró con un análisis de la Oficina Congresal del Presupuesto que para
obtener la cobertura equivalente a lo que tienen ahora, los estadounidenses de
mayor edad tendrían que pagar muchísimo más de sus bolsillos con el plan de Paul
Ryan de lo que pagarían si se preservara a Medicare como lo conocemos. Con base
en las estimaciones de la Oficina del Presupuesto, el adulto mayor típico
terminaría pagando cerca de 6,000 dólares más de su bolsillo en el primer año
de operación del plan.
Por
cierto, los defensores del plan de los Republicanos afirman a menudo que se
parece a otros programas menos impopulares. Por algún tiempo dijeron,
falsamente, que el Vouchercare sería justo como la cobertura que tienen los
empleados federales. Más recientemente, he visto que se dice que el Vouchercare
sería justo como el sistema creado para los estadounidenses menores de 65 años
según la reforma sanitaria del año pasado; una defensa bastante notable de un
partido que ha denunciado esa reforma como el mal encarnado.
Por
tanto, permítanme resaltar dos puntos. Primero, el Obamacare era un plan algo
inferior a Medicare, condicionado por realidades políticas percibidas. La
mayoría de los reformadores que conozco habría preferido mucho más simplemente
expandir Medicare para cubrir a todos los estadounidenses. Segundo, la Ley de
Atención Asequible se trata de hacer que la atención médica sea, eso mismo,
asequible, al ofrecer subsidios cuyo monto se determina por la necesidad para
limitar la parte del ingreso que las familias gastan en costos médicos.
Vouchercare, en contraste, simplemente entregaría vales de un monto fijo, sin
importar el costo real del seguro. Y estos vales serían extremadamente
inadecuados.
Sin
embargo, ¿qué hay con lo que se dice que nada de esto importa porque Medicare
como lo conocemos es insostenible? Tonterías.
Sí,
Medicare debe ser serio en cuanto al control de costos; tiene que empezar a
decir no a procedimientos costosos con pocos beneficios médicos o ninguno,
tiene que cambiar la forma en la que le paga a los médicos y los hospitales, y
así sucesivamente. Y diversas reformas de ese tipo están, de hecho, incluidas
en la Ley de Atención Asequible. Sin embargo, con estos cambios debería ser
totalmente posible mantener un sistema que proporciona atención de la salud
esencial y garantizada a todos los estadounidenses de mayor edad.
Se
puede considerar a Canadá, que tiene un programa nacional de seguro médico, de
hecho, llamado Medicare, parecido al programa que tenemos para los ancianos,
pero menos de duración indefinida y más consciente de los costos. En 1970,
Canadá y Estados Unidos gastaron cerca de 7% de su PIB en atención de la salud.
Desde entonces, a medida que ha aumentado el gasto estadounidense en salud a
16% del PIB, el gasto canadiense ha aumentado en forma mucho más modesta, a
sólo 10.5% del PIB. Y mientras la atención de la salud canadiense no es
perfecta, no es mala.
El
Medicare canadiense, entonces, parece sustentable; ¿por qué no podemos hacer lo
mismo aquí? bueno, ya se sabe la respuesta en el caso de los republicanos: no
quieren hacer que Medicare sea sustentable, quieren destruirlo bajo el disfraz
de salvarlo.
Así que
al votar por el plan presupuestal en la Cámara de Representantes, los Republicanos
votaron para acabar con Medicare. Decirlo no es demagogia, sólo es señalar la
verdad.
© 2011
The New York Times News Service
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