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Un cuadro devastador

Un cuadro devastador

 Todo en la vida tiene un límite, excepto el número de deportaciones de latinos bajo la presidencia de Barack Obama. Por lo menos eso es lo que parece. Si no…

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 Todo en la vida tiene un límite, excepto el número de deportaciones de latinos bajo la presidencia de Barack Obama. Por lo menos eso es lo que parece.

Si no lo cree, escuche esto: Cerca del 97 por ciento de todos los inmigrantes deportados en el 2013 eran latinos, a pesar de que los latinos constituimos solo el 75 por ciento de los 11,7 millones de indocumentados que se calcula viven en EE.UU.

Estos datos, revelados en un reporte hecho público la semana pasada por el Mexican American Legal Defense and Educational Fund (MALDEF), la National Hispanic Leadership Agenda (NHLA) y la National Day Laborer Organizing Network (NDLON), son solo una pieza del cuadro devastador para la comunidad hispana que emerge en dicho estudio. Lo que queda muy claro es el carácter prejuiciado y destructivo de la política de expulsiones masivas del Presidente Obama que, sin duda, se ha ensañado con los inmigrantes latinos.

La ironía es que los votantes latinos fueron decisivos para que Obama llegara a la Casa Blanca en dos ocasiones.

Confiados en sus promesas de una reforma migratoria y terminar con las deportaciones que dividen a miles de familias, los hispanos se volcaron a las urnas llenos de entusiasmo y esperanza. 

Pero ¡sorpresa! En realidad estaban ayudando a elegir al "deportador en jefe",  alguien que establecería nuevos récords de expulsiones de inmigrantes hispanos, incluyendo a 200,000 que tienen hijos nacidos en EE.UU. 

"Cuando la administración alcance la marca de dos millones de deportaciones –probablemente este mismo año—el número de latinos deportados será igual a las poblaciones combinadas de Wyoming, Vermont y Dakota del Norte", señala el reporte poniendo en perspectiva la magnitud de la tragedia.

Esos números "no son simplemente consecuencia de que la población de indocumentados latinos sea la más numerosa, sino también de políticas discriminatorias tanto a nivel federal como estatal y local", añade el estudio.

Sin duda los peores efectos de esta nefasta política y su aplicación desproporcionada en la comunidad latina son la pobreza, el desempleo y el elevado número de hogares donde alguno de los padres ha sido detenido o deportado que sufren las familias hispanas, afirma el reporte. Muchas veces se daña a las familias al privarlas de su única fuente de ingresos, y otras veces se remueve a los dos padres dejando a los niños en una triste situación al cuidado de parientes o instituciones gubernamentales.

 "¿Qué puede mostrar la administración de Obama como no sea dos millones de deportaciones y 400,000 inmigrantes presos?", pregunta Roberto Lovato, cofundador de Presente.org, una organización comunitaria cibernética, expresando los sentimientos de un número cada vez mayor de latinos.

Como lo demuestra este reporte, no mucho más.

 Entonces habría que preguntarse qué le depara el destino a una comunidad de inmigrantes perseguida, discriminada y cansada de manipulaciones electoreras y promesas vacías.

No hay una respuesta fácil. De lo que no cabe duda es de que miles de familias separadas por las deportaciones no pueden continuar esperando en el andén por el tren de una reforma migratoria que, a todas luces, se ha descarrilado en el camino. 

No hay más alternativa que seguir presionando a Obama para que use su poder ejecutivo y ponga fin a las deportaciones y la separación de familias.

Como dicen los mexicanos: No hay de otra.