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Temerosa Reserva Federal

Más de 14 millones de estadounidenses estaban desempleados el mes pasado, con base en la definición oficial; esto es, en busca de empleo pero incapaces de…

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Dada
esta lamentable perspectiva, se habría esperado que el desempleo, y qué hacer
al respecto, hubiera sido un tema importante de la conferencia de prensa de
este miércoles con Ben Barnanke, el presidente de la Reserva Federal. Debería
haber sido, pero no fue así.

Tras la
conferencia, Reuters dio forma a una "nube de letras" con los comentarios de
Bernanke; esto es, una representación visual de la frecuencia con que él usó
diversas palabras. La nube estuvo dominada por la palabra "inflación". En
tipografía mucho menor, "desempleo" aparece en el fondo.

Este
énfasis fuera de lugar no fue enteramente responsabilidad de Bernanke, ya que
estuvo respondiendo a preguntas, y esas preguntas se centraron mucho más en la
inflación que en el desempleo. Sin embargo, ese énfasis fue, en sí, un síntoma
del grado hasta el cual Washington ha perdido el interés en la dura situación
de los desempleados. Además la Reserva Federal (o Fed) de Bernanke, que debería
estar asumiendo una firme postura en contra de estas distorsionadas
prioridades, más bien está permitiendo que la intimiden para que siga al
rebaño.

He aquí
algunos antecedentes: La Fed suele asumir responsabilidad principal por la
administración económica en el corto plazo, haciendo uso de su influencia sobre
las tasas de intereses para enfriar la economía cuando se está calentando
demasiado, lo cual hace que surja la amenaza de la inflación, y que se caliente
cuando se está enfriando demasiado, lo cual conduce a altos índices de
desempleo. Además, la Reserva ha señalado más o menos de manera explícita lo
que ve como un resultado a la Ricitos de Oro, ni muy caliente ni muy frío:
inflación de 2% ó poco menos, desempleo rondando por 5% ó un poco más.

Sin
embargo, Ricitos de Oro ya salió del edificio y no da señales de que vaya a
regresar pronto. Los pronósticos más recientes de la Fed, dados a conocer en
dicha conferencia de prensa, muestran baja inflación y alto desempleo para el
futuro previsible.

Cierto,
la Fed espera que la inflación ascienda este año un poco por arriba del
objetivo, pero Bernanke declaró (y yo coincido) que estamos ante un salto
temporal de precios mayores de materias primas; las medidas de inflación
subyacente siguen muy por debajo del objetivo, en tanto el pronóstico dice que
la inflación caerá drásticamente el año entrante y permanecerá en bajos niveles
cuando menos hasta el 2013.

En el
ínterin, como ya he señalado, el desempleo, aunque ha bajado respecto de su
máximo nivel en 2009, sigue siendo devastadoramente alto. Aunado a esto, la Fed
solo anticipa una lenta mejoría, previendo que la tasa de desempleo al final
del 2013 siga rondando cerca de 7 por ciento.

Todo se
suma para dar como resultado un claro caso para más acciones. Sin embargo,
Bernanke indicó que él ya hizo todo lo probablemente hará. ¿Por qué?

Podría
haber argumentado que carece de la habilidad para hacer más, que él y sus
colegas ya no tienen mucho empuje sobre la economía. Pero, no lo hizo. Por el
contrario, argumentó que la reciente política de la Fed con respecto a la
compra de bonos en el largo plazo, a lo cual se refieren generalmente como
"aligeramiento cuantitativo", ha sido efectivo. ¿Entonces, por qué no hacer
más?

La
respuesta de Bernanke fue profundamente desalentadora. Declaró que una
expansión ulterior pudiera conducir a mayor inflación.

Lo que
se debe tener en mente aquí es que los propios pronósticos de la Reserva
Federal dicen que la inflación de hecho sería algo positivo, no una razón para
evitar que se intente resolver el desempleo. Esos pronósticos podrían, por
supuesto, estar equivocados, pero pudieran ser tanto muy altos como muy bajos.

La
única forma de darle sentido a la aversión de Bernanke a acciones ulteriores es
decir que le teme enormemente a exceder el objetivo de la inflación, al tiempo
que le preocupa mucho menos quedarse corto; aún cuando hacer muy poco equivale
a condenar a millones de estadounidenses a la pesadilla del desempleo en el
largo plazo.

¿Qué
ocurre aquí? Mi interpretación es que Bernanke está permitiendo que lo
intimiden los inflacionistas: las personas que siguen viendo una inflación
descontrolada justo a la vuelta de la esquina y no se convencen por el hecho de
que siguen estando equivocadas.

En
últimas fechas, los inflacionistas han capitalizado crecientes aumentos de los
precios del petróleo como evidencia a su favor, aún cuando – como el mismo
Bernanke destacó – estos precios no tienen nada que ver con la política de la
Fed. La forma en que los precios del petróleo están tiñendo la discusión llevó
al economista Tim Duy a sugerir, de manera sarcástica, que la política básica
de la Reserva ahora consiste en no hacer nada con respecto al desempleo "porque
algunas personas en Oriente Medio están buscando la democracia".

Sin
embargo, yo lo expresaría de otra manera. Yo diría que la política de la Fed
radica en no hacer nada con respecto al desempleo porque Ron Paul ahora es el
presidente del subcomité de la cámara baja sobre política monetaria.

Hasta
ahí llegó la independencia de la Reserva Federal. Y hasta ahí llegó el futuro
de los desempleados de Estados Unidos, cada vez más desesperados.

© 2011
The New York Times News Service