Pueblo de Texas rendirá homenaje a 'Escuela Mexicana'
En los viejos tiempos, cuando a los estadounidenses de ascendencia mexicana se les negaba la entrada a los establecimientos de comida, las piscinas públicas y…
En los viejos tiempos, cuando a los estadounidenses de ascendencia mexicana se les negaba la entrada a los establecimientos de comida, las piscinas públicas y ciertas áreas residenciales, existían las "Escuelas Mexicanas".
Así registraba la vida en la década de 1930 el periódico The Devil's River News, de Sonora, Texas: "El sueño de los mexicanos podría convertirse en realidad en cualquier momento".
El artículo correspondiente informaba a los lectores, "Integrantes de la junta directiva escolar así como los ciudadanos de Sonora han reconocido desde hace mucho la necesidad de instalaciones más amplias para la escuela mexicana, pero, ¿cómo solucionar el problema? ¿Qué hacer? La matrícula mexicana ha crecido a pasos agigantados, y hoy día prácticamente supera la matrícula blanca".
Según el portal electrónico, The Handbook of Texas Online, "En las áreas urbanas, a los niños mexicanos de clase trabajadora se les permitía asistir a las escuelas públicas de la ciudad. Sin embargo, el acceso se limitaba a clases segregadas en la escuela primaria. No había instalaciones disponibles para ellos en los niveles secundario y superior. Sólo los hijos de familias adineradas asistían a las universidades e instituciones de educación superior.
"La decisión de segregar las escuelas primarias en Texas era el resultado del prejuicio racial, la ubicación residencial y la falta de representación mexicana-americana en los asuntos escolares. La educación pública de Texas, como en otras partes de la nación, promovía cada vez más la herencia anglosajona a costa de la mexicana".
Así pues, bienvenida la "Escuela Mexicana". Los texanos chicanos/latinos expatriados constituyeron una fuga de cerebros severa al huir de su estado nativo para establecerse en California y otras partes.
He aquí otro viejo titular del periódico sonorense: "Moderno edificio valorado en $28.000 dispuesto para los alumnos de la Escuela Mexicana".
El artículo lee: "Cuando los residentes mexicanos Juan o Juanita, o ambos, comiencen el curso escolar el primer lunes de septiembre, estarán en un plantel educacional probablemente sin par entre las escuelas dedicadas a su raza entre los pueblos del oeste de Texas.
"El gusto por el drama, innato al niño mexicano, tiene amplia oportunidad de desarrollo gracias a las instalaciones del auditorio, ubicado en el área de la 'isla' central de la nueva escuela".
Gus Chávez, jubilado y ex administrador de la San Diego State University, quien emigró de Sonora a la edad de 20 años mediante la Marina de los EE.UU., recuerda, "Los sabios blancos de la ciudad no sólo nos enviaban a nuestras 'propias' escuelas, sino que, para empeorar la situación, algunos de los textos obsoletos que nos entregaban a veces tenían escritos a mano insultos racistas!"
Algunos ex compañeros de clase de Chávez recuerdan con tristeza que los comentarios probablemente los instigaban los padres.
Este próximo 11 de septiembre, se celebrará una ceremonia para encontrar una cápsula del tiempo conmemorativa. La estructura física, conocida como La Elliot, fue clausurada oficialmente el 16 de junio de 1970.
Mucho ha cambiado en Sonora en los últimos 40 años, dice Chávez. "La piscina pública recibe hoy a toda la comunidad. Igual, los vecindarios residenciales y los establecimientos de comida. Y sobre todo, la interfaz social entre residentes de Sonora, jóvenes y mayores, continúa en progreso".
A Chávez, California le pareció "un paraíso, después de un pasado lleno de segregación y tras las escuelas primarias e intermedias 'mexicanas' de muy pobre mantenimiento" de su ciudad natal, según se publicó en un boletín universitario a raíz de la jubilación de Chávez.
Tras 30 años de promover oportunidades educativas para jóvenes desaventajados, Chávez se retiró en el 2003 de la San Diego State. Después de la celebración de despedida en el Chicano Park—parque de la ciudad nacionalmente reconocido, Chávez se integró a tareas voluntarias tales como convertirse en uno de los organizadores de Defend the Honor, una iniciativa nacional con el objetivo de garantizar que se proteja y guarde el legado de los latinos que han formado parte del servicio militar de esta nación.
"Expresamos un agradecimiento especial y enviamos un fuerte abrazo a todos los que contribuyeron a la organización de este histórico evento, especialmente los integrantes de VIVA SONORA", dice Chávez. "Exhortamos a otras comunidades que vivieron condiciones similares a las nuestras a sacar el tiempo para celebrar y honrar su historia".
Chávez sugiere que aquellos interesados en asistir al evento se comuniquen con Betty Hernández (325-206-0573) o Juanita Gómez (325-206-0830).
Reconociendo "nuestro gusto por el drama", asegura que la celebración promete ser un evento inolvidable.
(Andy Porras, vecino de Houston, es también producto de una escuela texana segregada de la década del 1950. Vivió por años en el norte de California antes de regresar al estado de la estrella solitaria hace un año por asuntos de familia. Comuníquese con él a: califasap@yahoo.com)
©2010
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