Los políticos estadounidenses profesan su amor por los latinos, y lo dicen… pero a escondidas.

Sin embargo, este “affair” con la comunidad hispana ante el advenimiento de las elecciones de medio término este noviembre, resulta ahora inconveniente, más aún cuando el tema de la inmigración cataliza a los electores en contra de ella.

 El ex candidato presidencial John McCain ahora ha desconocido a los electores hispanos al extremo de renegar de su iniciativa de reforma migratoria del 2006 y de bendecir en cambio la ley de Arizona S.B. 1070 “atrición mediante la fuerza pública” que entrará en vigencia en julio próximo.

 En el extremo opuesto tenemos a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, “adelantándose” en el anuncio de que el gobierno federal entablaría un juicio para neutralizar la ley S.B. 1070 de Arizona.

 Este anuncio es bienvenido, no obstante, extrañamente esto se divulgó no a la gran prensa estadounidense sino a un periodista ecuatoriano durante una visita oficial a Suramérica.  Incluso tomó desprevenido al propio Departamento de Justicia.

 El anuncio hecho el pasado 8 de junio fue divulgado a la opinión pública estadounidense mayoritaria por un blog político de derecha denominado “therightscoop.com” y ahora ese anuncio sirve de carne de cañón para aupar a los candidatos que se jactan de su postura contraria a los “inmigrantes ilegales”.

 Que el gobierno federal debe afirmar su autoridad en materia de inmigración por sobre las autoridades estatales y locales es una urgente y aún pendiente obligación del gobierno.

 La secretaria de Estado Clinton hizo el anuncio con la intención de solo divulgarlo entre latinos en Latinoamérica, y no pretendió en absoluto enterar al público estadounidense al respecto.

 Nosotros en calidad de prensa hispana hemos presenciado con demasiada frecuencia el prurito de los políticos por profesar de dientes para afuera cuánto se preocupan por los latinos, pero siempre lo hacen a puerta cerrada, ante pequeñas audiencias, fuera de la mira de la prensa general y de la opinión pública estadounidense.

 La razón es muy simple, los políticos temen a la opinión pública, más aún cuando la mayoría de estadounidenses encuestados (58% ABC-Washington Post) han expresado su apoyo a iniciativas tipo S.B. 1070 y otros intentos similares de erradicar de los Estados Unidos a “inmigrantes ilegales”.

 Lamentablemente, resulta mala estrategia política hacer lo que es justo;  la lavada de manos de los políticos al estilo de Pilatos permite a las chusmas dictar una guerra de “atrición”, es decir, de abuso y persecución, en contra de inmigrantes no violentos y no criminales.