En Argentina durante la Apertura del Período Ordinario de Sesiones del Congreso se le pidió al religioso Padre Luis Farinello que realizara la oración de apertura en el Senado de la Nación; todo mundo esperaba una oración ordinaria, pero esto es lo que ellos escucharon:

"Señor, venimos delante de Tí este día para pedirte perdón y pedir tu dirección. Sabemos que tu Palabra dice: Maldición a aquellos que claman 'bien' lo que está 'mal' y es exactamente lo que hemos hecho.

• Hemos perdido el equilibrio espiritual y hemos cambiado nuestros valores.

• Hemos recompensado la pereza y la hemos llamado 'Plan de Retiro Social'.

• Hemos matado a nuestros hijos que aún no han nacido y lo hemos llamado 'la libre elección'.

• Hemos dejado que maten y roben y lo hemos llamado 'derechos humanos'.

• Hemos sido negligentes al disciplinar a nuestros hijos y lo hemos llamado    'desarrollar su autoestima'. 

• Hemos sido corruptos y abusado del poder y hemos llamado a eso: 'Política'. 

 • Hemos codiciado los bienes de nuestro vecino y a eso lo hemos llamado 'tener ambición'.     

 • Hemos contaminado las ondas de radio y televisión con mucha grosería, violencia y pornografía y lo hemos llamado 'libertad de expresión'.

 • Hemos ridiculizado los valores establecidos desde hace mucho tiempo por nuestros ancestros y a esto lo hemos llamado 'obsoleto y pasado'. 

"¡Oh Dios!, mira en lo profundo de nuestros corazones; purifícanos y líbranos de nuestros pecados. Amén".

La reacción fue inmediata. Un senador abandonó la sala durante la oración. Tres más criticaron la oración del Padre Farinello calificándola como 'un mensaje de intolerancia'. Se recibieron más de 5,000 llamadas telefónicas desfavorables. Sin embargo, la Iglesia del Padre Farinello recibe ahora peticiones del mundo entero, sobre todo de  la India, África, y Asia para que el Padre ore por ellos. 

El famoso conductor radiofónico argentino, el Negro González, difundió esta oración en su emisión de radio y ha recibido una acogida mucho más favorable por ésta emisión que por cualquier otra. En la era de la competencia intensa, la presión constante, y la búsqueda frenética de resultados las personas procuran desesperadamente obtener el éxito, abandonando con ello sus valores y su felicidad. Competentes y competitivos, sí, pero el éxito sin satisfacción personal, sin felicidad, es el comienzo de la desgracia humana. 

La corrupción, las mafias y la violencia dominan las calles de muchos países del mundo y las cintas cinematográficas recogen la basura y la esparcen por la tierra: degradación ambiental, maletines llenos de dinero producto de la mafia, tráfico de personas, secuestros de empresarios, desaparición de mujeres y de niños, ejecuciones con violencia inaudita. Una niña mira a la cámara y dice: "Si este es el futuro que me espera, no lo quiero".

Nuestro mundo se estremece ante las constantes manifestaciones de inconformidad ante la crisis mundial. El capitalismo, en su forma actual, no se adapta ya al mundo en que vivimos. Hemos fracasado en aprender las lecciones de la crisis mundial de 2009. Es urgente esbozar un nuevo modelo económico para superar las dificultades de supervivencia global. "Se acabó la época de los alimentos baratos".

La furia, el hambre y el miedo son los sentimientos predominantes en la mayor parte del mundo. Es imperativa la producción agrícola sostenible para el medio ambiente, rentable para los productores, y accesible a los consumidores. La Gran Transformación: Diseñando Nuevos Modelos es el grito de guerra para encontrar nuevas soluciones duraderas a los problemas globales.