Sí, el legendario líder, mejor conocido por su activismo por los derechos civiles, dedicó los últimos años de su vida a la lucha para obtener las mejoras económicas para los pobres americanos – los Derechos de Plata.

Cuando la bala del asesino silenció la abrasadora elocuencia de King, se encontraba en Memphis, Tennessee, apoyando a los trabajadores sanitarios que se encontraban entonces en huelga por un aumento de sueldo.

Asimismo, cuando King fue asesinado, estaba preparando su Campaña por los Pobres, una protesta masiva, de meses de duración en Washington, que pretendía presionar a los líderes americanos sobre la pobreza que aplastaba a muchas personas de todos los colores.

Una de las primeras preocupaciones de aquellos que se reunieron en la marcha del 4 de abril fue la de el trabajo y la justicia, la misma preocupación que cautivaba profundamente los últimos años de King.

“Negros y latinos se encuentran en las mismas circunstancias de sueldos bajos y ausencia de derechos fundamentales en este país”, dijo el Reverendo Gregory Holston, director ejecutivo de POWER y organizador de la manifestación, durante una entrevista.

“A nivel nacional, el 60% de los Latinos y el 50% de las personas de color ganan menos de 15 dólares por hora”, recalcó Holston. “Estamos en la misma situación”.

Filadelfia tiene los mayores índices de pobreza y mortalidad infantil entre las ciudades más grandes de Estados Unidos, además de contar con la tasa más alta de encarcelación de sus ciudadanos, de acuerdo a los alarmantes datos recogidos en un reporte y publicados el año pasado por POWER (Philadelphians Organized to Witness, Empower and Rebuild).

Uno de cada cuatro Filadelfianos vive bajo la línea federal de pobreza, de unos 24.000 dólares para una familia de cuatro personas. La mitad de esos hogares empobrecidos existe en “pobreza profunda” con un ingreso anual de 12.000 dólares.

“Somos nosotros, las personas, quienes logramos que nuestras ciudades funcionen, y sin embargo somos nosotros quienes trabajamos con un sueldo por debajo del mínimo”, dijo Miguel Andrade, un activista y miembro del grupo de derechos humanos de la comunidad inmigrante Latino, Juntos. “Muchos empleadores se aprovechan de nosotros, abusan de nosotros. Eso es rechazo”.

En Filadelfia, el 40% de la fuerza trabajadora se encuentra en el sector de trabajo de servicios,  y el 73% de esos trabajadores ganan menos de 25.000 dólares al año. Aumentar el sueldo mínimo a 15 dólares por hora es importante para muchos de los manifestantes que trabajan en puestos mal pagados.

Ese reporte de POWER del 2016 declaraba que “si todos los trabajadores del sector de servicio recibieran un pago digno para vivir, esto traería consigo 4 mil millones de dólares a la economía de Filadelfia y, por lo tanto, reduciría drásticamente la pobreza, construyendo una base fiscal de más de 150 millones de dólares y alimentando el crecimiento”.

El Reverendo Holston y Miguel Andrade enfatizaron la necesidad de mayor solidaridad entre negros y latinos, debido a las circunstancias similares que muchos en sus comunidades sufren. 

“Muchas de las cosas que afectan a la comunidad negra también impacta a la comunidad inmigrante”, dijo Andrade. “Por ejemplo, nuestra gente se ve encarcelada en prisiones que traen grandes ganancias a corporaciones privadas. Esto es similar a la encarcelación masiva que sufren los negros”.

El Dr. King, en un discurso dictado horas antes de su asesinato en 1968, urgió a la gente pobre a tomar el “poder” a través del voto y el uso de los boicots económicos.