[OP-ED]: Humillados en su retorno a casa
El destino nos deparó una semana europea que incluía dos impactantes retornos a las respectivas casas de los dos entrenadores que fueron la envidia del planeta hace solo cinco años. Por un lado, en la Champions League, Pep Guardiola, ahora como manager del Manchester City, volvía al Camp Nou, el estadio que, como jugador y entrenador del Barcelona, le vio vivir sus mejores días.
El destino nos deparó una semana europea que incluía dos impactantes retornos a las respectivas casas de los dos entrenadores que fueron la envidia del planeta hace solo cinco años. Por un lado, en la Champions League, Pep Guardiola, ahora como manager del Manchester City, volvía al Camp Nou, el estadio que, como jugador y entrenador del Barcelona, le vio vivir sus mejores días. Por el otro, en un duelo de la Premier League, José Mourinho retornaba, ahora dirigiendo los destinos del Manchester United, a la que fuera su casa en Londres, Chelsea, donde fue conocido como The Special One.
Los enfrentamientos eran durísimos, pero pocos se esperaban que ambos fueran tan maltratados en sus propios hogares. Sus dos equipos cayeron con estrépito por idéntico marcador, 4-0.
Las críticas de la prensa británica no tardaron en producir ríos de tinta. Pep fue acribillado con duras preguntas por no alinear al goleador argentino, Sergio “Kun” Agüero. La decisión de Guardiola de ceder la portería del City al chileno Claudio Bravo -expulsado en Barcelona por tocar un balón con las manos fuera del área tras fallar en un despeje- también levantó ampollas en unos periodistas ingleses que extrañan al guardameta titular de su selección, Joe Hart, cedido al Torino.
Con malas maneras, no habituales en él, Guardiola contraatacó en rueda de prensa posterior al match, mostrando su currículum vítae. Es cierto que el entrenador catalán cosechó muchos títulos en Barcelona, pero también lo es que, sin Leo Messi, no ha vuelto a triunfar en la Champions League. La estrella argentina se encargó de amargarle la noche, registrando su hat-trick número 37 desde que defiende los colores azulgrana.
Como es su costumbre, Mourinho, genio y figura hasta la sepultura, cargó contra todos menos contra él mismo para explicar la debacle del United en Londres. No le gustó la actitud de su sustituto en el banquillo del Chelsea, el italiano Antonio Conte… Quizá porque le dio una verdadera lección de soccer. Tampoco estuvo contento con la actuación de sus jugadores, a quienes pidió que se comporten como hombres.
El panorama se despertó negro para ambos tras la última jornada de liga. El City empató en Manchester contra el Southampton, encadenando su quinto partido seguido sin ganar, lo cual no sucedía a Guardiola como entrenador desde 2009.
Sin embargo, si nos ceñimos a la realidad, las cosas no están tan mal para ninguno de los dos. El United goleó el jueves al Ferenbahce turco en la Europa League. El City, a pesar de los tropiezos, sigue en la cima de la Premier League, empatado a 20 puntos con el Arsenal y el Liverpool.
Esta semana, los dos se vuelven a ver las caras en la Copa de la Liga. El ganador volverá a ser puesto en el Olimpo, mientras que el perdedor verá su futuro más próximo de forma enormemente incierta. Y es que así es el soccer, un deporte en que las cosas pueden dar un giro hasta de 180 grados en menos de una semana.
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