[OP-ED]: El Real Madrid concluye un año muy feliz
Cuando en los primeros días de 2016 el presidente Florentino Pérez despidió a Rafa Benítez, el entrenador por el que había apostado para enderezar el camino de su equipo, muy pocos esperaban que este año concluyera para el Real Madrid de una forma tan exitosa. La mano izquierda y el liderazgo tranquilo del que fuera súper estrella madridista, el francés Zinedine Zidane (elegido por Florentino como sustituto), logró mucho más que la mano dura de Benítez.
Cuando en los primeros días de 2016 el presidente Florentino Pérez despidió a Rafa Benítez, el entrenador por el que había apostado para enderezar el camino de su equipo, muy pocos esperaban que este año concluyera para el Real Madrid de una forma tan exitosa. La mano izquierda y el liderazgo tranquilo del que fuera súper estrella madridista, el francés Zinedine Zidane (elegido por Florentino como sustituto), logró mucho más que la mano dura de Benítez. Los jugadores respondieron y, 360 días más tarde, el Real Madrid tiene en sus vitrinas su undécima Copa de Europa y un nuevo título del Campeonato Mundial de Clubes. Además, su gran estrella, Cristiano Ronaldo, conquistó su cuarto Balón de Oro, un premio en el que sus compañeros han tenido mucho que ver.
Algunos todavía cuestionan el juego que practica el Real Madrid pero, en cuanto a resultados se refiere, no hay dudas que valgan. Los blancos han vuelto a sacar una casta que se extrañaba en la capital española, sacando a flote partidos cuando se veían hundidos. Los cabezazos consecutivos de Sergio Ramos en diciembre, para lograr el empate en el descuento en Barcelona y obtener un valioso triunfo in extremis la siguiente jornada ante el Deportivo de La Coruña, jamás serán olvidados por la afición madridista. Tampoco lo será el gesto de rabia del campeón europeo en el reciente Mundial de Clubes de Japón. Los locales pusieron las cosas difíciles a los españoles, pero el Madrid vino de atrás y remontó, con un Ronaldo inconmensurable, para volver a ganar en la prórroga. ¿Les suena? Victoria similar a las obtenidas en las dos últimas finales de la Champions League ganadas por los blancos.
El sonado triunfo en Japón no solo catapultó al Real Madrid a lo más alto del pódium mediático, sino que le permitió sumar dos duelos oficiales más (América y Kashima Antlers) sin conocer la derrota. Después de perder en su visita de Champions League al Wolfsburgo alemán, el 6 de abril, los madridistas no han vuelto a perder un solo encuentro. Su racha imbatida alcanza ya 37 partidos, a dos de los logrados por el FC Barcelona la temporada pasada (la racha, por cierto la acabó el Real Madrid en el Nou Camp) y a seis de empatar el récord europeo de todos los tiempos (43), establecido en 2011 y 2012 por el Juventus italiano que entrenaba el actual manager del Chelsea, Antonio Conte.
En solo doce meses, las cosas han dado un giro de 180 grados en el soccer español. Si el 2015 concluía con el Barça en las alturas y el Madrid hundido en una profunda crisis, todo ha cambiado completamente. En la Champions ambos continúan con vida. En La Liga, a pesar de haber disputado un partido menos, los blancos llevan tres puntos de ventaja a un eterno enemigo plagado de dudas. Si la esperanza da alas, el Real las tiene gracias a una racha victoriosa que le permite soñar con romper aún más récords.
En España, existe la tradición en Nochevieja de comer doce uvas, al son de las doce campanadas que reciben al Año Nuevo. Sin lugar a dudas, ni Florentino ni Cristiano ni Zidane se atragantaron con ninguna de ellas durante las campanadas que dieron la bienvenida a este 2016 que toca a su fin.
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