Era un noche fría de otoño, de esas clásicas que se experimentan en el norte de España, con una lluvia amenazante que acabó por caer sobre Bilbao, justo cuando el partido de soccer llegaba a la media parte. Era uno duelo de Atléticos y el local dio cuenta con facilidad del capitalino, venciéndolo por 3-0, ante el delirio de su fiel afición.

Seis meses más tarde, los dos volvieron a verse las caras, en la final de la Europa League. Aunque los equipos eran los mismos y los jugadores, también, el resultado fue totalmente opuesto. Esta vez, el Atlético de Madrid se impuso 3-0 al Athletic de Bilbao. La diferencia estaba en banquillo del equipo campeón. El conjunto al que llaman colchonero ya no era entrenado por Gregorio Manzano, como en aquella lluviosa noche bilbaína, sino por el argentino, Diego Pablo “Cholo” Simeone.

Han transcurrido ya cuatro años, cinco temporadas desde aquel primer gran éxito del “Cholo” con el Atlético. Desde entonces, el club débil de la capital española no solo se ha afianzado entre los grandes de Europa, sino que ha conquistado una Liga de España (2013), una Copa del Rey (2013) y ha llegado en dos ocasiones a la final de la Champions League (2014 y 2016), cayendo de forma cruel –la primera vez en la prórroga y la segunda en penaltis- contra su eterno rival, el Real Madrid.

Gracias a su carácter, su exigencia y su enorme compromiso, Simeone ha conseguido colocar al Atlético como el tercero en discordia, dentro de un soccer, el español, diseñado únicamente para los dos grandes: Real y Barcelona. Con la sabia dirección del argentino, los colchoneros doblegaron a su rival madrileño en la final de la Copa del Rey del 2013 y eliminaron en dos ocasiones al Barça en la Champions League. 

¿Pero qué tiene este entrenador que lo hace tan especial? 

Creo que la principal característica del argentino es saber contagiar a quienes le rodean. Si Simeone cree en un proyecto, la afición del Atlético –antaño acostumbrada al fracaso- también cree. Si Simeone muestra intensidad en cada entrenamiento, sus jugadores no pueden ser menos y también lo hacen. Si Simeone jamás se achica, los directivos y todo el club, tampoco y están dispuestos a fichar aquellos jugadores que el “Cholo” sabe que su equipo necesita para triunfar.

Llevamos solo cuatro jornadas de liga y el Atlético ha vuelto a comenzar a tambor batiente. El sábado pasado mostró su mejor versión, goleando en la capital al endeble Sporting de Gijón por 5-0 en la antesala de su difícil visita al Camp Nou.

Es cierto, la Liga de España tiende a ser cosas de dos, pero el “Efecto Simeone” permite cada año a los aficionados colchoneros soñar con arrebatar la gloria a Real Madrid o Barcelona. En la temporada 2012-2013 ya ocurrió. ¿Por qué no puede repetirse cuatro años después?