[OP-ED]: David Villa, leyenda del soccer español, de nuevo en la selección
Julen Lopetegui, seleccionador de España, no mira más allá de la siguiente convocatoria, máxime teniendo delante el duelo con Italia, que decidirá mañana en…
A los hispanos, empatados a puntos con los visitantes, les basta un empate para hacerse virtualmente con un billete para Rusia 2018. Sin embargo, un tropiezo los desplazaría hasta una segunda posición que les obligaría a jugar una peligrosa repesca. Es cierto que ninguno de los dos países puede sellar matemáticamente su clasificación, como ya han hecho Brasil, Japón e Irán, pero la diferencia con los rivales de grupo es tal que, tanto España como Italia, cuentan como victorias cada uno de sus partidos, con excepción del empate a un gol, registrado por ambos en Turín hace once meses.
Lopetegui ha hecho saltar todas las sorpresas al convocar a sus 35 años a David Villa, máximo goleador de la historia de la selección española, con 59 tantos, quien no defendía el color rojo desde el tercer y último partido de su país en el Mundial de Brasil 2014, en el que por cierto marcó un gol a Australia.
La razón de Lopetegui es muy clara. Al entrenador vasco no le ha importado ni la edad de Villa ni que El Guaje (sobrenombre por el que se conoce al veterano delantero por la forma en que se llama a los niños en su Asturias natal) juegue del otro lado del Océano Atlántico en la MLS.
Ningún delantero español disfruta del momento futbolístico que está experimentando Villa ahora. El asturiano tiene ritmo de competición, cosa de la que carecen sus compañeros, y lidera su liga con 19 goles, habiendo marcado once tantos en sus últimos once encuentros con el New York City.
De hecho, desde que Villa no había sido convocado a la selección, España se encontraba huérfano de delantero centro. Se habían hecho pruebas con Diego Costa, nacido en Brasil, y con el joven Álvaro Morata, quien disputará a Villa la titularidad mañana.
Sin embargo, la chispa delante de portería se había perdido y Lopetegui apuesta por Villa para recuperarla, con esa movilidad que no solo genera goles propios, sino que abre espacios que son aprovechados por sus compañeros que vienen de atrás.
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Villa ha sido siempre sinónimo de gol. Desde que explotó en el Sporting de Gijón asturiano, a principios del siglo, varios equipos pugnaron por hacerse con sus servicios, pero los grandes lo desecharon al verlo demasiado pequeño (1,75 metros) para actuar de delantero centro.
Así, llegó al Real Zaragoza, donde fue el artífice de la gran victoria en la final de la Copa del Rey, en la que el club aragonés derrotó, 3-2, a un poderoso Real Madrid en el que militaba el mismísimo David Beckham.
De Zaragoza, Villa pasó a Valencia, lugar en el que destacó como uno de los mejores realizadores, no solo del soccer español, sino de toda Europa. En cinco temporadas a orillas del río Turia, el asturiano marcó más de 100 goles y se hizo con un puesto fijo como el delantero centro de España, logrando un hecho sin precedentes al conquistar con su país la Eurocopa (2008) y la Copa del Mundo (2010). En los dos torneos, Villa fue el máximo goleador español, firmando cuatro tantos en el campeonato continental y cinco en el mundial.
Tras esta gran trayectoria, el fenomenal goleador acabó recalando en el F.C. Barcelona, donde supo adaptarse, pasando a jugar en la banda para dejar el protagonismo goleador a Leo Messi. No obstante, la tripleta atacante que formó con el argentino y con el también español, Pedro, fue la que dio los éxitos más rotundo al cuadro catalán, por encima de la formada por Messi, Neymar y Luis Suárez. El Barça arrasó en la liga 2010-2011, en la que endosó un categórico 5-0 al Real Madrid en el Camp Nou. Aquel lunes, Villa fue el líder del equipo azulgrana y anotó dos goles. También, conquistó con dominio aplastante la Champions League, doblegando 3-1 en la final al Manchester United, con tantos de Villa, Messi y Pedro.
Una grave lesión, sufrida en el Mundial de Clubes a finales de 2011, obligó al asturiano a perderse medio año, incluida la Eurocopa 2012, que también ganó España.
Su tiempo de juego disminuyó ostensiblemente y, tras tres campañas en el Barcelona, fichó por el Atlético de Madrid, con el que ganó La Liga y estuvo a dos minutos de proclamarse campeón de Europa en aquella final disputada en Lisboa en el que el cuadro colchonero perdió frente al Real Madrid en la prórroga.
Parecía que el tiempo de Villa en la élite había terminado. Así, el asturiano firmó para defender los colores del New York City en la MLS. Desde su llega a la Gran Manzana en 2015, el delantero español maravilló por su capacidad realizadora, la cual, contra todo pronóstico, le ha llevado de nuevo a la selección de su país. Quién sabe, quizá Villa tenga cuerda para jugar, con 36 años, su cuarta Copa del Mundo en Rusia 2018 e incrementar su leyenda como el mejor goleador de la historia de España.
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