[OP-ED]: Candidata al Congreso cuya pasión por la comunidad se manifiesta claramente
Una amiga de la universidad me envió una carta, en una ocasión, que me llenó de tristeza. Ella y yo éramos parte de un grupo de latinos del Ivy League quienes…
“Aún creo que el mundo debe cambiar”, me escribió. “Pero ya no pienso que yo seré la que lo cambie”.
Algunos identificarán esa afirmación como el momento en que todos crecemos, cuando el idealismo deja paso al realismo. Otros lo considerarán como ese momento oscuro en que uno renuncia a sus sueños, cuando el sentido de lo que es posible alcanza su límite.
Por suerte, una de nuestras amigas mutuas—otra latina del Ivy League—no ha llegado aún a ese punto. Sigue intentando cambiar el mundo.
Esta demócrata es candidata al Congreso en una elección especial para representar el 34 distrito electoral, que incluye a Los Angeles. Y lo está haciendo bien.
No me sorprende. Los que conocemos a María Cabildo desde que estaba en Columbia podríamos haber dicho que esta madre sola de 49 años, con dos adolescentes en casa, no hace nada a medias.
Y en una elección con casi dos docenas de candidatos que compiten para reemplazar al representante Xavier Becerra, quien fue nombrado recientemente procurador general de California, los observadores políticos consideran que Cabildo está en el nivel superior.
La elección es el 4 de abril. Si ningún candidato obtiene suficientes votos para ganar, habrá una segunda vuelta en junio.
Recientemente me puse al día con mi vieja amiga entre dos eventos de su campaña, en la que se ha ganado la reputación de ser accesible a los electores.
Decidida a que una cuerda vocal paralizada no le impida pronunciarse por los que sienten que no tienen voz en política, Cabildo habla susurrando enérgicamente. Como la polio de Franklin Roosevelt o la enfermedad de Addison de John Kennedy, la discapacidad de Cabildo nos recuerda que ella sabe lo que es tener que superar obstáculos. Durante la campaña, utiliza un amplificador de sonido al que llama “La Poderosa”.
“Por venir de afuera, no tengo obligaciones con nadie,” dijo. “La única obligación que tengo es con mi comunidad y eso es lo único que importa.”
Ah sí, la comunidad. Se refiere al barrio de Boyle Heights en Los Angeles Este, del cual ha estado enamorada toda su vida. Después de Columbia, podría haber vivido cómodamente en la Costa Este. Pero Cabildo volvió a casa e inmediatamente se puso a mejorar la vida de los demás.
Cabildo fue defensora de viviendas asequibles antes de que la mayoría de los californianos se percataran de que había una crisis. Fue organizadora comunitaria antes de que se usara esa denominación nacionalmente.
A los 29 años, fundó la East Los Angeles Community Corporation, una organización de desarrollo comunitario sin fines de lucro.
La habilidad de Cabildo, su eficacia y dedicación no fueron pasadas por alto. Recientemente obtuvo el codiciado aval del Los Angeles Times, derrocando en ese aspecto al candidato preferido por el establishment. Señalando su “irrefutable” dedicación a los residentes del distrito y su capacidad de “cerrar la brecha entre la guardia vieja y los nuevos idealistas”, el editorial del diario indicó el mérito de cabildo por saber operar “tanto dentro como fuera del gobierno”.
Cabildo se describe a sí misma con mayor precisión.
“Soy constructora, líder y luchadora,” dijo Cabildo. “Construí viviendas. Asumo riesgos, incluso si eso pone a la gente incómoda. No sigo simplemente a la multitud. Y he luchado por la comunidad durante años.”
En sus discursos, reparte tarjetas en blanco y pide a la gente que escriba en ellas sus pedidos. Mientras algunos de sus adversarios sermonean a los residentes sobre lo que ellos necesitan, Cabildo hace dos preguntas: “¿Qué quiere usted que yo construya para usted?” y “¿Qué tipo de movimiento quiere usted que yo lidere?”
No se engañen por la voz suave de Cabildo. Cuando se trata de luchar por las cosas en las que cree, y cuidar a la comunidad que ella adora, la pasión de María Cabildo es clara y evidente.
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