[OP-ED]: Ayudar a los niños a manejar el ‘Efecto Trump’ en las escuelas de nuestra nación
Un nuevo estudio realizado por el Southern Poverty Law Center, una organización que aboga por los derechos civiles, dice que más de dos tercios de 2.000 maestros encuestados reportaron que sus estudiantes—principalmente inmigrantes, hijos de inmigrantes y musulmanes—expresaron inquietud o temor de lo que podría ocurrirles a ellos o a sus familias durante la presidencia de Trump.
Un nuevo estudio realizado por el Southern Poverty Law Center, una organización que aboga por los derechos civiles, dice que más de dos tercios de 2.000 maestros encuestados reportaron que sus estudiantes—principalmente inmigrantes, hijos de inmigrantes y musulmanes—expresaron inquietud o temor de lo que podría ocurrirles a ellos o a sus familias durante la presidencia de Trump.
Desde la elección, más de la mitad de los maestros vieron un aumento en un discurso político descortés en sus escuelas o aulas, y más de un tercio informa haber observado un incremento de sentimiento anti-musulmán y anti-inmigrante.
El estudio, titulado “The Trump Effect: The impact of the presidencial campaign on our nation’s schools”, cita a un maestro de escuela elemental de Virginia que dijo que los estudiantes “lloran en la clase y tienen crisis en casa”. Una maestra de educación primaria de Oregon dijo que a sus estudiantes negros “les preocupa su seguridad por lo que ven en TV en las concentraciones de Trump.” En Carolina del Norte, una maestra de secundaria dijo que tiene “estudiantes latinos que llevan su partida de nacimiento y tarjeta del Seguro Social a la escuela porque temen ser deportados”.
Éstos no son incidentes aislados escogidos por su efecto—la ansiedad relacionada con Donald Trump era obvia cuando comenzaron las clases el verano pasado y aumentó el día posterior a la elección.
Tanto en la escuela donde enseño como en distritos vecinos, no sólo los niños se pusieron nerviosos el 9 de noviembre, muchos maestros estaban casi histéricos. En mi edificio, hubo maestros que se negaron incluso a hablar de la elección y otros que lloraron frente a los estudiantes.
En un distrito cercano, aparecieron expresiones racistas en la puerta de un baño y algunos estudiantes de minorías organizaron una protesta que se volvió viral en los medios sociales, e instó a los estudiantes de mi escuela a planear su propia manifestación.
A medida que se desarrolló el drama, pensé que quizás los estudiantes no se habrían lanzado a la histeria, si los adultos en sus escuelas hubieran actuado de manera menos partidista y más como adultos que mantienen la calma. En lugar de eso, algunos de los que estaban a cargo convirtieron una situación impredecible en algo mucho peor, debido a su emotividad.
No estuve totalmente equivocada—al día siguiente, nuestra administración envió una guía de la National Association of School Psychologists (NASP) sobre cómo reafirmar, después de la elección, un ambiente escolar seguro, que preste apoyo y sea positivo.
Considerando que la reacción negativa al sentimiento anti-Trump provocó más burlas y a veces expresiones virulentas anti-inmigrante y anti-minorías de sus partidarios, algunas de las sugerencias de los psicólogos siguen resonando y deben ser tomadas seriamente por cualquiera que esté en contacto con niños que deban enfrentar malicia y prejuicios motivados políticamente:
--”Reafirmar un sentido de comunidad [escolar] positivo. … Funcionamos como nación sólo cuando tenemos ese sentido de relacionamiento compartido; ayudar a los niños a desarrollar esas relaciones es esencial.” En otras palabras, no reforzar la mentalidad “nosotros vs. ellos”.
--”Ser modelo de las conductas deseadas y enseñarlas. … Los adultos pueden ayudar a los niños y jóvenes a manejar sus reacciones ante las noticias y los acontecimientos de sus comunidades comprendiendo sus sentimientos, modelando estrategias saludables para encararlos y monitoreando sus propios estados emocionales y los de los que están bajo su cuidado.” Interpreto esto con las palabras de Michelle Obama durante la campaña: “Cuando ellos se rebajan, ustedes se elevan.” O para decirlo más simplemente--sea el adulto en la sala.
--”Tranquilice a los niños [diciéndoles] que están y que estarán bien.” Eso es difícil cuando los niños están sufriendo activamente el matonismo de otros estudiantes o miembros de la comunidad, que hablan de la construcción de muros, de deportaciones o que hacen afirmaciones sobre sospechosos de terrorismo. Pero como adultos, es nuestra responsabilidad proporcionar consuelo y una sensación de estabilidad en lugar de alimentar el temor en un intento por ser comprensivos.
--”Alienten a los niños a canalizar sus opiniones y sentimientos en actos positivos.” Después de que la escuela donde aparecieron los graffiti racistas pasó por su ciclo de ira y protesta, un grupo de estudiantes animó a la escuela pegando 2.500 notas con mensajes alentadores y positivos.
Ésta es una pequeña selección de las sugerencias que proporcionó NASP para encarar una transición de poder presidencial que es aterradora para muchos, y todo el que interactúe con niños debería leer su guía con atención.
Todos entramos en una época de incertidumbre y ansiedad, que es especialmente problemática para los niños en edad escolar quienes, como promoción, constituyen la porción más diversa de nuestra población.
Reconozcamos que este desasosiego es real--y hagamos todo lo posible para ayudar a nuestros niños a manejarlo.
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