Obama sin coraje: El dedo en la llaga
Durante los últimos días, la pluma de Pilar Marrero, mi querida colega periodista de La Opinión de Los Ángeles, le ha puesto en varias ocasiones el dedo en la…
Pilar, con el cristal de sus ojos claros, reportó
que el liderazgo hispano proinmigrante se mostró desencantado con el mandatario
durante una conferencia sobre el tema de la inmigración que se realizó en la
Universidad del Sur de California (USC).
"Desilusionados con Obama", fue el titular de la
historia que citó a dirigentes prominentes de diferentes organizaciones
nacionales que lanzaron ácidas críticas contra la Casa Blanca
por el énfasis que le está dando el actual gobierno a las medidas
policiales restrictivas y la poca enjundia que ha tenido para darle alivio a
la pesadilla que experimentan los indocumentados honestos.
"No está esforzándose en ofrecer soluciones", fue
la expresión que reprodujo Pilar de parte de Thomas Sáenz, quien dirige el
Fondo Mexicoamericano de Defensa Legal y Educación (MALDEF).
"Casi nos hubiera ido mejor con un republicano",
fue lo que recogió de Clarissa Martínez, del Consejo Nacional de La Raza
(NCLR).
Igualmente, Pilar reportó que en los últimos tres
años han sido rechazadas 240 mil solicitudes de ciudadanía, lo cual indica que
los funcionarios del Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS) se han puesto
más "piquis" y esto que supuestamente el organismo fue creado para ser la cara
amable para los inmigrantes, tras la desaparición del Servicio de Inmigración y
Naturalización (INS).
Así que los empleados del USCIS están más
exquisitos que nunca para aprobar la naturalización de quienes la aspiran, en
lugar de tener una mano ancha en estos tiempos revueltos.
De la promesa de reforma migratoria integral
hecha por Obama siendo candidato en 2008, ni hablar, ni tampoco de sus lamentos
de frustración por no haberse aprobado el Dream Act el año pasado.
Lo evidente es que su secretaria del Departamento
de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, se la pasa alardeando de los
resultados que han dado la aplicación de medidas policiales y los programas de
deportación Comunidades Seguras y 287g, que ya han sacado del país a más de un
millón de indocumentados, desde el inicio del mandato de la O de la esperanza.
El cuento de la administración es que le está
apuntando a la expulsión de indocumentados criminales, pero todas las
estadísticas presentadas por el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) indican
que los deportados del nivel 1 que son los verdaderos criminales, son
menos que los de los niveles 2 y 3, en los que está la gente que no ha
realizado actividades delictivas.
No obstante, durante una presentación en el
centro de estudios y pensamiento Nueva Red Democrática (NDN),
Napolitano se atrevió a decir sobre todos los procesados por
los programas de deportación: "para comenzar, ¿por qué les tomaron las huellas
dactilares? Ahí hubo un crimen".
Con toda razón la organización America's Voice,
expresó en un comentario sobre el asunto: "¿qué pasó con (el principio)
de la inocencia hasta probar culpabilidad?".
Pero no es solo eso, sino que ahora los agentes de
ICE rodean escuelas y cazan padres indocumentados, mientras los representantes
del DHS en los aeropuertos deportan infantes ciudadanos.
El año pasado los agentes de ICE se rebelaron
abiertamente contra su jefe y no pasó nada.
El presidente sí tiene la autoridad administrativa
para parar las deportaciones, para declarar un estatus de protección temporal
a favor de los estudiantes indocumentados y para dar un TPS a los
nacionales de países que han experimentado tragedias naturales.
Lo que le falta al presidente Obama es simplemente
voluntad y coraje.
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