No sacrifiquen a Manuel por ahora
El dirigente del equipo de Filadelfia, Charlie Manuel, no es un genio pero despedirlo ahora sería injusto. La lesiones, no su manejo, es porque los Phillies…
Los Phillies siguen en picada pero un cambio de piloto no va a enderezar la nave.
El dirigente del equipo de Filadelfia, Charlie Manuel, no es un genio pero despedirlo ahora sería injusto. La lesiones, no su manejo, es porque los Phillies se encontraban en el sotano a mediados de junio.
Despedir a Manuel no sería bueno para el equipo porque le manda una señal mala a los jugadores, y afecta cómo agentes libres piensan sobre la buena fe del equipo.
Los jugadores de los Phillies interpretarían el despedido de Manuel como una señal que los ejecutivos están en pánico: que no hay esperanza de que la temporada se pueda salvar a tiempo.
La salida de Manuel antes del regreso de Ryan Howard, Chase Utely, y Roy Halladay sería llover sobre mojado cuando lo que más se necesita es sacar agua de un sitio inundado.
La abundancia excesiva de malas noticias en el camerino aumentó el martes cuando la Oficina del Comisionado anunció que Freddy Galvis iba a ser suspendido por 50 días por haber probado positivo en el uso de substancias prohibidas. El joven campocorto comenzó sirviendo la suspensión inmediatamente mientras se encontraba en la lista de los lesionados debido a una fractura en un hueso de su columna vertebral.
La destitución de Manuel sería considerado por los jugadores un baja fuerte ya que este es estimado por ellos como el papá de la escuadra. El manager de 68 años lleva ocho años (2005-12) al timón de los Phillies y en dicho periodo cuenta con el mejor récord (678-525) de un dirigente en el Viejo Circuito. Manuel guió al equipo a dos Series Mundiales consecutivas (2008-09). Los Phillies ganaron uno (2008) de dichos Clásicos de Otoño.
En vez de motivarlos, el despachar a Manuel entraría al equipo en un periodo de luto. Un animo no muy bueno para montar contraataques
Botar como bolsa de basura al líder en Victoria Crista como dirigente de los Phillies perjudicaría a los esfuerzo del equipo de llenar el puesto con algunos de los futuros candidatos para el trabajo o de firmar agentes libres. Desprender a Manuel a mitad de camino demuestra que Filadelfia no cumple con sus promesas. El equipo tiene bajo contrato a Manuel hasta el final de la temporada del 2013.
Destronar al nativo de Northfork, West Virginia, cuando este más necesita el apoyo del equipo, envía el mensaje a posibles empleados de los Phillies que Filadelfia que solo es un amigo de convivencia: que sólo está a tu lado cuando las cosas marchan bien.
Tarde o temprano todos los dirigentes de Grandes Ligas pierden su trabajo pero una cosa es ser despachado a mitad de un contrato en vez de en el último año.
Alguien tiene que pagar por los platos rotos y Manuel es el próximo en la lista ya que en el 2010, los Phillies despidieron al técnico de bateo Milt Thompson.
Todo tiene su final, pero ahora no es el tiempo para despedir a Charlie Manuel.
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