"No es tiempo para reforma migratoria"
No es el momento oportuno para la reforma migratoria si nos confiamos del cálculo político. Exacerbado por la crisis económica, el momento no es apropiado…
No es el momento oportuno para la reforma migratoria si nos confiamos del cálculo político.
Exacerbado por la crisis económica, el momento no es apropiado porque se aproximan las elecciones de medio término, y eso también sería cierto del 2012, 2014, ó del 2016.
Pero la supuesta falta de "oportunidad" se complica con razonamientos fantasiosos: "quizá" si la cifra de inmigrantes fuese inferior; "quizá" si su cultura, idioma, o acento no fueran diferentes, y "quizá" si el color de su piel fuese más claro…
Cuando la Constitución y el sistema judicial logran prevalecer por sobre mal concebidas leyes como la S.B. 1070 de Arizona, ahora los intentos son por cambiar la propia Constitución eliminando la Enmienda 14 y así denegar la ciudadanía por nacimiento.
Es la mismísima turba que fervientemente defiende su derecho a portar armas invocando la Segunda Enmienda como si se tratase de algún dogma inmutable de fe, la que ahora desea atacar las partes de la Constitución que considera inconvenientes.
El Presidente Obama ha sido demasiado cauteloso en aras de ganarse el beneplácito de sus jurados enemigos precisamente en materia de inmigración. Ese cálculo le ha fallado.
Pese a exceder el récord de su predecesor en "remoción de inmigrantes", y en la criminalización de inmigrantes no violentos, sus opositores no solo ignoran los hechos, sino una "hockey-mom" simplona ahora recurre a vulgaridades para cuestionar la firmeza del Presidente en abordar el asunto.
Obama prometió reforma migratoria a la vez que escalaba un esfuerzo sin precedentes por criminalizar y deportar inmigrantes por cientos de miles. Quizá el Presidente quiso respaldar su imagen de mano dura en inmigración, para así ganarse el apoyo para la reforma migratoria. Eso no resultó.
La chusma pistolera ahora quiere explotar un inconsecuente memorando de USCIS ofreciendo "alternativas a la reforma migratoria", un documento que la administración ha minimizado tratándolo de un mero borrador.
El memo de USCIS no es más que una simplista lista de aspiraciones de abogados de inmigración que no aborda para nada el artificioso encasillamiento de inmigrantes como si se tratase de criminales peligrosos para así facilitar su enjuiciamiento y deportación.
El memorando de USCIS esquiva del todo la delegación de autoridad migratoria mediante acuerdos 287(g) que permiten a la policía local y estatal en todo Estados Unidos incurrir en los mismísimos errores y perpetrar mismo los abusos que la ley en Arizona quería aprobar.
La verdadera reforma migratoria "tras bastidores" se formuló originalmente durante la administración Bush en el 2002. Comenzó con un memo –este sí formalmente en vigencia–elaborado por un ferviente defensor de la tortura, el señor Jay S. Bybee, entonces asistente del Fiscal General. En ese memo se le reconocía autoridad "soberana" a la policía estatal para realizar arrestos en materia de inmigración.
No profesamos tener ninguna "habilidad" en materia de estratagemas políticos, nosotros simplemente aborrecemos que la misma gente que desea ignorar la estupidez de la guerra, ó el asalto a su propio medio ambiente, esté tan resuelta a discriminar y odiar a los inmigrantes.
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