Necesidades Insatisfechas de Minoría 'Modelo"
CHICAGO – Entre los educadores se los conoce como la "minoría modelo" —los "estudiantes buenos" con una matrícula desproporcionadamente elevada en las…
Son los
estudiantes por los cuales los maestros nunca se preocupan. Sin embargo, los
investigadores están llegando, ahora, a la conclusión de que los
asiático-americanos y habitantes de las islas del pacífico (AAPI, siglas en
inglés) también tienen problemas de educación que merecen atención —uno de los
cuales es darse cuenta de que no todos ellos son superestrellas académicas.
La
realidad es que una gran proporción de estudiantes AAPI provienen de familias
de ingresos muy bajos —muchos de ellos han emigrado recientemente y el inglés
no es su lengua madre— y son los primeros en sus familias en asistir a la
universidad. Según un análisis del Estudio Nacional de Asistencia para
Estudiantes Post-secundarios, los asiáticos tienen mayores necesidades financieras
que cualquier otro grupo racial, cuando se toma en cuenta la contribución
familiar esperada y la asistencia total. Otras investigaciones han mostrado que
todas las familias AAPI, toman con cautela la idea de obtener préstamos para
estudiantes, aún cuando haya considerable necesidad.
Pero
como la mayoría de los estudios académicos y sobre políticas educativas se
centran casi exclusivamente en las dificultades que enfrentan hispanos y
afroamericanos para recibirse de la escuela secundaria y obtener un diploma
universitario, se pasa por alto, generalmente, a los estudiantes AAPI, que
también necesitan ayuda para los mismos objetivos.
Es
difícil de comprender este hecho si uno se basa en las estadísticas. Por
ejemplo, si uno observa los resultados de los exámenes ACT, que se toman al fin de la escuela
secundaria y que tomó casi la mitad de todos los graduados de escuela
secundaria en 2010, el 39 por ciento de todos los estudiantes AAPI alcanzó los
hitos indicadores de preparación para la universidad en inglés, lectura,
matemáticas y ciencias, comparado con el 30 por ciento de los blancos, 11 por
ciento de los hispanos y 4 por ciento de los afroamericanos.
Las
tasas de finalización universitaria en 2010 mostraron que aproximadamente el 67
por ciento de los estudiantes AAPI de primer año obtuvo su diploma de
Bachillerato universitario o equivalente en el plazo de seis años, comparado
con el 60 por ciento de los blancos, el 48 por ciento de los hispanos, el 42
por ciento de los afroamericanos y el 40 por ciento de los amerindios/nativos
de Alaska.
En un
informe que se acaba de dar a conocer, el proyecto US2010, que sigue los
cambios de la sociedad estadounidense en el pasado reciente, documenta que los
afroamericanos, hispanos y amerindios asisten a las escuelas de peor desempeño,
desde Jardín de Infantes al 12° grado, mientras que los blancos y asiáticos
predominan en las mejores escuelas.
También
señala que los asiáticos tienen ingresos promedio más elevados y tasas de
desempleo más bajas que todos los otros grupos, y que han mantenido esta
ventaja en el curso del tiempo, a pesar del hecho de que un mayor porcentaje de
asiático-americanos que de blancos vive en la pobreza.
Entonces,
¿cuál es el problema? Es que estas cifras no reflejan adecuadamente la
diversidad de los AAPIs que provienen de diferentes países y que cuentan con 48
grupos étnicos, con idiomas, culturas y niveles de educación e ingresos
diferentes.
El
presidente del North Seattle Community College, Mark Mitsui, explicó ese punto
en una reciente rueda de prensa, durante el lanzamiento de la Asociación
Norteamericana Asiática y de las Islas del Pacífico de Escuelas y
Universidades. "Hay que separar los datos", expresó Mitsui, "Cuando se empieza
a separar los datos, se ve cuáles son los estudiantes que no progresan".
A pesar
de las altas tasas de logros educativos para los asiáticos en su conjunto,
grandes sectores de esta población —específicamente, los habitantes de las
Islas del Pacífico y del sudeste de Asia de menores ingresos— sufren altas
tasas de abandono de la escuela secundaria y bajas tasas de participación
universitaria, según un informe de 2010 de la Comisión Nacional de
Investigación en Educación para Asiático-americanos y Habitantes de las Islas
del Pacífico. Como resultado, casi la mitad de los estudiantes de las Islas del
Pacífico y del sudeste de Asia que pueden ingresar en una escuela terciaria de
dos o cuatro años nunca recibe su diploma.
"Debemos
asegurarnos de mejorar el acceso y la calidad de las oportunidades
post-secundarias para estos estudiantes", me dijo Ruby G. Moy, presidente y
jefe ejecutivo de la nueva Asociación Norteamericana Asiática y de las Islas
del Pacífico de Escuelas y Universidades. "Muchos estudiantes asiáticos están
en las cimas de sus áreas de estudio pero existe una brecha —y una gran
necesidad de emparejar el campo de juego. Las necesidades de los estudiantes
hispanos y afroamericanos son grandes, pero los estudiantes asiáticos deben ser
también incluidos".
Conociendo
la diversidad de problemas, parece increíble que, como grupo, los estudiantes
AAPI se estén desempeñando tan bien. Debemos celebrar esos logros, pero
comenzar a olvidar nuestras nociones preconcebidas de que los estudiantes
asiáticos no necesitan intervención o apoyo en nuestro sistema educativo —el
éxito de la porción más joven del grupo racial de crecimiento más rápido de
Estados Unidos depende de ello.
(c) 2011, The Washington Post Writers Group
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