Nada por lo que brindar
En asuntos de unidad latina, el estereotipo preponderante es que los mexicanos, sudamericanos y puertorriqueños no se llevan bien. Pero si alguna vez ha habido…
En asuntos de unidad latina, el estereotipo preponderante es que los mexicanos, sudamericanos y puertorriqueños no se llevan bien.
Pero si alguna vez ha habido un motivo para que todos los hispanos se unan y apoyen a sus hermanos y hermanas puertorriqueños, es la utilización de MillersCoors de la bandera puertorriqueña para vender cerveza en el próximo Día del Desfile Nacional Puertorriqueño de la ciudad de Nueva York.
MillerCoors, uno de los patrocinadores del desfile, comenzó a circular latas de 20 onzas de Coors Light, en las que aparece la bandera puertorriqueña junto con el logo del desfile y las palabras "Cerveza oficial". El jueves, MillerCoors se disculpó por la promoción y retiró el producto de la distribución.
Como si lo implicado acerca de todos los puertorriqueños no hubiera sido suficientemente insultante, el tema del desfile del 9 de junio es "¡Salud! Celebremos su salud".
La cruel ironía es que el alcohol es una gran amenaza para los hispanos. Aunque, como promedio, hay menos probabilidades de que los hispanos beban comparados con los blancos no-hispanos, los latinos que sí beben tienen más probabilidades de embriagarse y menos probabilidades de buscar tratamiento, según los Institutos Nacionales de la Salud (NIH. Por sus siglas en inglés).
Entre los latinos, los hombres y mujeres puertorriqueños tienden a ser los que más beben y entre las diversas nacionalidades hispanas, la bebida preferida es la cerveza, seguida por el vino y el licor, según NIH. Eso se traduce en tasas más elevadas de dependencia física, de manejar embriagados, de violencia doméstica y divorcio, y de pérdida de puestos de trabajo en la comunidad.
Alentar a los hispanos a beber más no es sólo indefendible sino, desde el punto de vista de la responsabilidad corporativa, es simplemente atroz.
Según el National Institute for Latino Policy (NILP, por sus siglas en inglés), ésta no ha sido la primera vez en que MillerCoors fuera blanco de la ira puertorriqueña. En 2011, se obligó a MillerCoors a discontinuar su campaña publicitaria para Coors Light titulada "Emboricuate", preparada para al Día del Desfile Nacional Puertorriqueño, tras las críticas generalizadas de la comunidad.
"Emboricuate" es una palabra inventada fusionando "emborráchate" y "boricua", término con el que se denomina a los puertorriqueños cariñosamente. La nueva palabra es un llamado a ser más puertorriqueño mientras te emborrachas. Caramba.
Pero no finjamos que MillerCoors es la única corporación que capitaliza la cultura para vender una serie de productos poco saludables a los latinos.
Podemos agradecer a las compañías de licores, en general, por convertir el Cinco de Mayo en una burla.
Ese "feriado" para la bebida, básicamente no significa nada para todo el que no sea del estado mexicano de Puebla. Pero el día alienta a las empresas, y a bebedores en otras ocasiones culturalmente respetuosos, a salir con los peores y más denigrantes estereotipos mexicanos. Parece que inspira específicamente a estudiantes universitarios a usar sombreros enormes y bigotes caídos, ofendiendo a todos los latinos del campus y de todo el país.
Este último Cinco de Mayo, la gran controversia cultural que agitó a la comunidad latina fueron los planes de la Disney Corporation de establecer sus derechos reservados sobre la frase "Día de los Muertos", para una película de dibujos animados inspirada en esa celebración.
Tantos hispanos se sintieron indignados por el descarado intento de robar un feriado espiritual para ganancias corporativas que Disney se retractó.
Podría seguir presentando más y más ejemplos de cómo los que comercializan productos no-saludables tratan de captar a los consumidores latinos -es una práctica de larga data.
Como señala el NILP, Coors en 1984 firmó un acuerdo con seis organizaciones latinas importantes por el cual éstas recibirían grandes subsidios, si aumentaban el número de Coors consumido por la comunidad hispana. Finalmente el acuerdo se revocó tras las fuertes críticas de líderes comunitarios.
Son críticas inquietantemente similares a las que recibieron la NAACP, la Hispanic Federation y otras organizaciones de defensa de los intereses de minorías por aceptar dinero de las grandes empresas de bebidas gaseosas a cambio de su apoyo en oponerse a las regulaciones contra las bebidas azucaradas en el país.
El fondo de la cuestión es que aunque algunos hispanos se complacen por su categoría de ser un mercado consumidor de un billón de dólares, pocos se ven a sí mismos como los ven los que comercializan productos: como blancos latinos para las ventas. Pero cuando se trata de ventas de productos, los hispanos deben pensar en sí mismos como consumidores instruidos que merecen respeto.
En otras palabras, debemos establecer normas sobre cómo queremos que las marcas se dirijan a nosotros y hablen de nosotros.
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