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Pro Abu-Jamal demonstrations like this April 2008 outside the U.S. Embassy in Berlin, take place regularly worldwide. Photo LBW
Manifestaciones en apoyo a Abu-Jamal como la sucedida en abril de 2008 frente a la embajada de EE.UU. en Berlín se repiten regularmente en todo el mundo. Foto: LBW

Mumia ha vuelto a ser portada en las noticias

Las fantochadas de las autoridades en el caso Abu-Jamal mantienen la mala imagen de Filadelfia.

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Mumia en referencia a Mumia Abu-Jamal, es el premiado periodista de Filadelfia condenado por asesinato en primer grado en 1982, en un juicio que organizaciones como Amnistía Internacional calificaron de injusto por irregularidades cometidas por policías, fiscales y el juez responsable del juicio.

Para muchos ciudadanos de Filadelfia, es un artículo de fe que Mumia asesinó brutalmente al policía Daniel Faulkner el 9 de diciembre de 1981.  

Sin embargo, la aceptación de este artículo de fe requiere también la aceptación de que se cometieron irregularidades, que empezaron con el arresto y continuaron en la corte de apelaciones de la Corte Suprema de los Estados Unidos.

Por ejemplo, las autoridades acusaron a Abu-Jamal de haber “ejecutado” a Faulkner por estar vigilándolo, disparándole a bocajarro cuatro veces,  con una única bala impactando en el agente.

Pero las fotografías policiales de la escena del crimen no muestran ninguna marca de las tres balas restantes cerca del cuerpo de Faulkner. La falta de marcas de bala en una situación así desafía claramente a la ciencia balística más básica.

Las cortes de apelación han sostenido constantemente la sentencia inicial contra Abu-Jamal, que implica la pena de muerte. Al sostener esta sentencia, las cortes –curiosamente– denegaron a Abu-Jamal los recursos de asistencia legal que habitualmente se conceden por violación de derechos constitucionales.

Una investigación de Amnistía Internacional en el caso de Abu-Jamal publicado en el año 2000 afirmaba que la “politización” de su caso había minimizado su derecho a un “trato justo e imparcial” por parte de las cortes.

El hecho de que la condena de Abu-Jamal esté basada en irregularidades cometidas por la policía, los fiscales y, sí, los jueces, es un motivo por el que muchos en todo el mundo han tomado el caso Abu-Jamal como un ejemplo de clase A de las  injusticias cometidas por el racista sistema judicial americano.

El tema que ha vuelto a poner a Mumia en el centro de la actualidad mediática tiene que ver con un nuevo recurso para que se permitan  nuevas apelaciones basadas en la mala conducta cometida por un juez de la corte de apelación.

En este caso, el juez en cuestión es el exjefe de la Corte Suprema de Justicia del estado de Pensilvania, Ronald Castille, un antiguo fiscal de distrito de Filadelfia.

Como fiscal de distrito de la ciudad, Castille se opuso a los recursos de apelación de Abu-Jamal. Más tarde, cuando ya era miembro de la Corte Suprema, Castille volvió a oponerse a las apelaciones de Abu-Jamal.

Esa doble oposición desde dos cargos diferentes viola, por una parte, décadas de directivas de conducta judicial en Pensilvania y, por otra parte, una serie de restricciones contenidas en la Corte Suprema de los EE. UU. desde hace unos años, que castigarían específicamente a Castille por su doble participación en un caso de asesinato en Filadelfia.  

Castille hace añicos toda muestra de sentido común con su afirmación de que, como fiscal de Distrito,no tuvo un papel significante en el caso de Abu-Jamal... y que además, como juez de la Corte Suprema, no sabía nada del caso que generó tanta polémica y atención internacional.

Un antiguo asistente principal del exfiscal Castille declaró en una ocasión a un periodista que el fiscal de Distrito estaba activamente implicado tanto en casos de pena de muerte como en casos conocidos.

Castille, en sus campañas electorales para fiscal de Distrito y para la Corte Suprema, se presentaba como un administrador “práctico”.

Sin embargo, al ser confrontado por el caso Abu-Jamal, se mostró a sí mismo como un administrador distante.

Castille incluso llegó a defenderse a sí mismo ante las acusaciones de discriminación que brotaron durante la campaña de apoyo del sindicato de policía de Filadelfia en contra de Abu-Jamal declarando que cuatro colegas de la Corte Suprema habían recibido apoyo del sindicato de policías… lo que agravó las preocupaciones sobre la existencia de  irregularidades.

Empleados del actual fiscal de Distrito, Larry Krasner, se aferran al implausible “yo no sé nada” de Castille para oponerse al últim recurso de apelación de Abu-Jamal.

La mala imagen internacional de Filadelfia gracias a las perniciosas fantochadas de las autoridades ante la injusticia del caso Abu-Jamal continúa...