Mujeres en México
Muchos preguntan: ¿por qué hay tan pocos libros sobre el papel de la mujer en la Revolución mexicana? ¿No había nada qué escribir sobre ellas? Sus conflictos,…
Muchos preguntan: ¿por qué hay tan pocos libros sobre el papel de la mujer en la Revolución mexicana? ¿No había nada qué escribir sobre ellas? Sus conflictos, dilemas, peligros y logros fueron considerados menos importantes que los de los hombres. La contribución femenina al México posrevolucionario ha sido por tradición, un tema inédito.
La mujer desempeñó un papel fundamental que la historia escrita por los hombres poco o nada le han reconocido. Los historiadores invisibilizaron la participación de las mujeres en la Revolución: "la esposa del general fulano de tal, la hija del comandante, la hermana de, la madre de". Sin nombre. La contribución de la mujer fue diversa y multifacética, tanto en la etapa armada como en la posrevolución. Mujeres forjadoras de ideales en los campos de batalla, así como trabajadoras, maestras, administradoras, enfermeras, activistas, cocineras, lavanderas, mensajeras, espías. Adelita, la soldadera en el tren, la imagen de la novia de los soldados, se popularizó y llegó a convertirse en el emblema de la participación de las mujeres rurales, que fueron muchas, en apoyo a los ejércitos en combate. Mujeres guerreras. La historia no les hizo justicia.
Los ejércitos del norte iban acompañados por contingentes de mujeres que los alimentaban, y atendían a los heridos y enfermos. En la región del sur las mujeres se incorporaron a los ejércitos que se mantenían muy cercanos a los pueblos. Amelia Robles tomó la identidad masculina al incorporarse al ejército. Y no fue la única. Las mujeres urbanas participaron como activistas o redactoras de la prensa de oposición durante el gobierno de Porfirio Díaz, y no fueron pocas.
La trascendencia de las mujeres en las luchas revolucionarias de nuestro país y su contribución al desarrollo de la vida democrática nacional es descrita en el libro 'Género, poder y política en el México posrevolucionario' (Fondo de Cultura Económica) escrito por Gabriela Cano, catedrática e investigadora de El Colegio de México y de la Universidad Autónoma Metropolitana, con la colaboración de Mary Kay Vaughan y Jocelyn Olcott. Afirma que el mayor obstáculo en su elaboración fue que los documentos que hablan sobre los hechos heróicos de las mujeres se han perdido en su mayoría. Es un reto integrarlas equitativamente en los relatos. No tienen nombre.
La Revolución de México coincidió en el tiempo con una época de cambio en los roles de género en centros urbanos de todo el mundo acelerados por la Primera Guerra Mundial, que dieron lugar a adecuaciones y cambios de acuerdo a la cultura y el entorno local. En nuestro país romper los estereotipos de que la mujer era un ser pasivo e inconsciente fue un enorme desafío. Las mujeres ingresaron al ámbito de la política a partir de la Revolución mexicana. Se insertaron en la esfera pública a través de la prensa, y por medio de su participación en clubes políticos en el centro y norte del país.
La integración de las mujeres no fue un proceso terso, por el contrario, desde diversos ámbitos se atacó su ingreso a los procesos históricos. Fue hasta la década de los 40 cuando se les reconocieron algunos de sus derechos, por ejemplo, el sufragio. Un proceso en el que se han ido ganando lentamente derechos y espacios de acción.
¿Por qué las mujeres estaban dispuestas a dar la vida por una causa que no las reconocía como iguales ante los hombres? Afirman las investigadoras que una de las razones fue por el fuerte deseo de autoafirmación que las motivó a luchar por las libertades humanas como la educación, el trabajo, la salud y el voto.
La Revolución mexicana, igual que otros procesos históricos, no hubiera podido ser sin la participación femenina. El reto para la investigación histórica y las conmemoraciones de este año es hacer visible la contribución de las mujeres en la lucha revolucionaria, porque después de cien años y a pesar de sus aportaciones a la vida democrática de México, persiste la desigualdad, el machismo, la subestima, y la violencia contra la mujer. Después de cien años tienen escaso o ningún reconocimiento sus logros en el campo científico, magisterial y tecnológico, mientras las encueratrices ocupan las primeras páginas de los diarios.
Dicen que la historia se reescribe para hacerle preguntas al pasado.
betrevino@prodigy.net.mx
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