Los Phillies estaban tan calientes que me hicieron pensar que su ardor fue un factor determinante para ayudar a la Liga Nacional a romper su racha de 13 derrotas seguidas en el Juego de Estrellas. 

No, la victoria del Viejo Circuito 3-1 sobre la escuadra de la Liga Americana no se debió a la producción de peloteros de Filadelfia. Ryan Howard inicio el partido como el bateador designado de la Liga Nacional pero se fue de 2-0. Roy Halladay lanzó dos tercios de entradas como relevista y cedió dos sencillos. 

Brian McCann, el receptor titular de Atlanta, fue el Jugador Más Valioso del Clásico de Verano. Este conectó un doble con las bases llenas en el séptimo episodio para remolcar las tres carreras que necesitaba la Liga Nacional para ganar el juego. 

La influencia de los Phillies en el Juego de Estrellas provino principalmente del dirigente Charlie Manuel y sus técnicos. Manuel dirigió la escuadra de la Liga Nacional y su técnicos de primera (David Lopes) y tercera (Sam Perlozzo) dieron direcciones en el terreno. 

Hasta Jesús Tiamo, el receptor del "bullpen" de los Phillies, viajó a Anaheim para ayudar a preparar a la escuadra de la Liga Nacional. Tiamo ayudó a Hanley Ramírez a terminar segundo, detrás de David Ortiz, en el "Home Run Derby". Tiamo fue quien le hizo los lanzamientos a Ramírez durante el "Derby". 

Aludo a la posibilidad de que la delegación de los Phillies tuvo un efecto mágico sobre la Liga Nacional porque Filadelfia desplegó tanta magia en su última serie de la primera mitad de la temporada. Filadelfia barrió de forma sensacional a Cincinnati en cuatro juegos. 

Brian Schneider ganó el primer encuentro 4-3, el jueves, con un cuadrangular en la parte baja de la duodécima entrada.

Los Phillies dejaron a los Rojos en el terreno otra vez el viernes cuando anotaron seis carreras en la parte baja del noveno para empatar el juego y Howard disparó un cuadrangular de dos carreras en la décima entrada para ganar el juego 9-7. 

Filadelfia continuó desplegando su magia el sábado en un duelo de lanzadores en el cual el lanzador zurdo novato de los Rojos, Travis Wood, mantuvo a los Phillies sin imparable hasta el noveno episodio cuando Carlos Ruiz le conectó un doble. 

Wood y Halladay se fueron mano a mano para terminar los primeros nueve episodios empate 0-0. Filadelfia ganó el partido en la undécima entrada 1-0 gracias a un imparable de Jimmy Rollins que remolcó a Ruiz quien había pegado su segundo doble del partido en la misma entrada. 

Filadelfia selló la barrida el domingo con una salida espectácular de Cole Hamels. Éste tiró 7.2 entradas de ceros y un trío de relevistas (José Contreras, JC Romero, y Brad Lidge) selló la blanqueada para darle a los Phillies otra victoria de 1-0. Ruiz anotó la carrera para Filadelfia en el tercer episodio. 

Las cuatro victorias asombrosas no dejaron dudas que los Phillies reencontraron su magia. Los triunfos también demostraron cuanta falta les hizo Ruiz. Este anotó la carrera de la victoria en dos de los cuatro juegos y los pitchers de los Phillies no permitieron carrera en las 20 entradas en que Ruiz actuó como receptor.

La suerte de los Phillies se manifestó hasta en el canje de Cliff Lee a Texas. Lee no terminó en la Liga Nacional o con los Yankees. Es dudoso que los Phillies enfrenten a Lee ahora porque Texas está en la Liga Americana y tiene fama de no llegar lejos en la postemporada.

Veremos cuánto perdura la magia de los Phillies.