La
cadena alimenticia comienza con mercenarios de bajo calibre que trabajan como
investigadores privados y policías corruptos, y procura la protección de
políticos altamente remunerados, incluyendo a primeros ministros británicos
como Margaret Thatcher y David Cameron.

¿Qué
hizo posible que el imperio de Murdoch reine por décadas sin estorbo?

Murdoch
desarrolló un sistema: "Un vasto y organizado mercado negro de información
personal confidencial,"  según e; reporte
del Comisionado de Información de la Gran Bretaña publicado en el 2006
–Privacidad ¿a qué precio?

El emporio
de carroña llega muy lejos: 
Gracias al operativo policial Motorman, "la policía y la Oficina del
Comisionado de Información hallaron evidencia de que 305 periodistas trabajaban
para una serie de periódicos empleando una variedad de técnicas para obtener
información personal… parte de esa información solo podía obtenerse
ilegalmente."

El
imperio de Mudoch se funda en un instinto asesino, dejando por fuera cualquier
escrúpulo moral.  Una muestra de
cuán lejos llega:  Intervino los
teléfonos de Milly Dowler, de 13 años que fuera asesinada en el 2002, de su
familia y de sus amigos;  "lo mismo
ocurrió con los teléfonos de las víctimas de las bombas del 7 de julio del 2005
en Londres."

Un
interminable abastecimiento de carroña exige contar con cómplices, una
generalizada aceptación, y una charada de moralidad.

Allá en
el 2003 Rebekah Brooks, ex presidenta de News International junto con Andy
Coulson ex editor de News of the World y ex director de comunicaciones del
Primer Ministro Cameron, entregaron evidencia al Comité de Cultura, Medios y
Deportes.  En ese entonces Brooks
admitió que pagó a oficiales de policía por primicias.

Entre
el 2006 y diciembre 2010 comités de la Cámara de los Comunes, Scotland Yard,
Fiscales de la Corona británica, abogados de Murdoch, y organizaciones que
monitorean a la prensa, todos decían investigar para luego clamar que
simplemente no encontraban evidencia.

Tan
solo siete meses luego del último intento del Servicio Fiscal de la Corona que
fracasara debido a que los testigos no deseaban cooperar, el Comité de Asuntos
Domésticos de la Cámara de los Comunes declaró: "observamos con alarma que solo
170 personas han sido informadas de que quizás hayan sido víctimas de escuchas
telefónicas…cerca de 12,800 personas quizás han sido afectadas."

No hay
necesidad de preguntarse qué pasa con más de doce mil víctimas.  Algunas lograron transar y firmaron
acuerdos de confidencialidad –los récord muestras al menos $1.6 millones de
dólares pagados por daños- otros simplemente no saben que su privacidad ha sido
violada, y otros quizá teman acabar muertos al igual que Sean Hoare el
reportero de farándula para News of the World, quien diera la alarma sobre la
corrupción dentro del imperio Murdoch.

Entretanto
aquí en los Estados Unidos, Murdoch confía enormemente en el estupor del pueblo
estadounidense.

Un
estupor inducido fuertemente por el imperio Newscorp de Murdoch que incluye a
FOX News, The Wall Street Journal, 20th Century Fox, National Geographic
Channel, y  American Idol.