¿A levar anclnas bebé?
HOUSTON – Anticipándose a las Olimpiadas del 2012, la agencia de turismo estatal del Reino Unido, VisitBritain, está ofreciendo sugerencias para saludar…
HOUSTON – Anticipándose a las Olimpiadas del 2012, la agencia de turismo estatal del Reino Unido, VisitBritain, está ofreciendo sugerencias para saludar correctamente a las personas provenientes de otros países.
Por ejemplo, se indica que las personas de la India podrán parecer ser bulliciosas e impacientes, comportamientos resultado de vivir en ciudades caóticas. No hay que echar vino en una copa del lado opuesto, ya que para los argentinos el gesto denota hostilidad. Hay que evitar guiñarle el ojo a una persona de Hong Kong. Y nunca hay que llamarle estadounidense a una persona de Canadá.
En cuanto a los mexicanos, no traer a colación la guerra de 1840 entre México y EE.UU. ni tampoco a los inmigrantes indocumentados. Los mexicanos prefieren conversar de la historia, la cultura y los museos.
Dan Pak escribió recientemente en el periódico Korea Times, algunos consejos. Como las culturas asiáticas prefieren que no se muestre emociones en la vida diaria, los estadounidenses las consideran demasiado tiesas y formales. Dijo que si bien está cambiando esta costumbre, a las novias coreanas se les prohíbe sonreír en sus propias bodas.
Los estadounidenses son informales, dice. Le sonríen hasta a la gente que no conocen.
Lo que Pak sugiere es que los coreanos nunca intenten ocultar su vergüenza con una sonrisa o con una risotada. Dejarían perplejas a las personas en los EE.UU. si las circunstancias indican claramente una situación bochornosa.
Una razón para explicar esto es que no está mal visto entablar una conversación con cualquier persona prácticamente en cualquier lugar, hasta con personas enteramente extrañas a uno, con el fin de establecer una nueva armonía. De todas las personas en el mundo, resulta ser más fácil conversar con los habitantes estadounidenses, y no prestan atención cuando uno carece de habilidades lingüísticas en inglés. Incluso aceptan con gestos de simpatía la pantomima, y el inglés con fuerte dejo y errores gramaticales.
No obstante, hasta un estudiante de la cinética avanzada puede resultar confundido con mensajes inconstantes. Por ejemplo, ya todos deben estar enterados que existe un virus retórico que asocia a los inmigrantes indocumentados con lo que por desgracia en inglés se está denominando "bebés ancla". Ha comenzado a circular una imagen de inmigrantes indocumentados que dan a luz en los Estados Unidos para usar sus bebés cual permiso de tránsito, para que sirvan de fundamento para que los padres y sus parientes logren la ciudadanía después que el infante ancla cumpla los 18 años.
Es una larga espera, pero las personas dispuestas a creer esto no están muy interesadas en las explicaciones sociológicas o demográficas, ni en que la mayoría de los bebés son producto de un romance, y no de estrategias políticas. Algunos legisladores en Washington afirman que todo forma parte de un complot por pasar a gatas por las fisuras en la legislación de las tarjetas verdes y la inmigración. Fue en agosto que esta perspectiva adquirió ritmo.
Fue entonces que el senador Lindsay Graham (republicano por Carolina del Sur) se refirió al parto humano como "parir y dejar". Los grupos latinos, en particular las mujeres, respondieron con energía a lo que percibieron ser una disposición equivocada por cambiar la enmienda catorce de la Constitución estadounidense para poder negarles la ciudadanía a los recién llegados, considerados menos que deseables. Un brillante ensayo escrito por Gebe Martínez, Ann García y Jessica Arons, del Center for American Progress, narra una lamentable historia de convertir en bienes los hijos de la copulación entre propietario y esclava y el esterilizar a las latinas, las chinas y las indígenas norteamericanas.
Bloguero GeekyAsianGuy.com el 13 de agosto descargó seis argumentos de sentido común excepcional por mantener el derecho natural a la ciudadanía. Citó el caso de Wong Kim Ark, de San Francisco, quien en 1890 fue de visita a la China, donde nacieron sus padres. Las autoridades estadounidenses le negaron la entrada de vuelta al país. Muchos hijos de padres deportados podrían verse en la misma situación algún día muy pronto. Por fortuna, en 1898 con el caso de los Estados Unidos v. Wong Kim Ark, el Tribunal Supremo le confirmó el derecho natural de ciudadano a Wong Kim Ark.
Si sale a colación el tema en los próximos días y ves que mucha gente sonríe, es porque les da vergüenza que, con el actual ambiente político, el derecho natural a la ciudadanía se ve con problemas manteniéndose como derecho natural.
[José de la Isla redacta un comentario semanal para Hispanic Link News Service y es autor de The Rise of Hispanic Political Power (2003). Su último libro, auspiciado por la Fundación Ford, se encuentra en versión digital gratuita en www.DayNightLifeDeathHope.com. Comuníquese con él a: joseisla3@yahoo.com].
©2010
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