La Primera Gran Autopista: Pennsylvania Turnpike
Este verano pasado tuve la fortuna de recorrer una importante región de la Unión Americana. Recorrimos unas cuatro mil millas entre Ohio, Pensilvania, Nueva…
En nuestra segunda jornada, nos topamos con una autopista
un poco accidentada que comunicaba Pittsburg y Filadelfia, la Pensilvania
Turnpike. Era una autopista sin muchos atractivos de ingeniería contemporánea,
salvo el paisaje bucólico y la salida al famoso campo de batalla de la guerra
civil Harrisburg. La Pensilvania Turnpike, a pesar de ese factor común de vía
de comunicación masiva, no es cualquier autopista y su relevancia radica en ser
una de las pioneras en la historia de las comunicaciones terrestres en los
Estados Unidos.
La Pensilvania Turnpike tiene una antigüedad de setenta
años y es la primera en su estilo. Su origen se remonta a los años treinta en
tiempos de la Gran Depresión económica (1929- 1940). Con el alto desempleo, un
grupo de legisladores e inversionistas encabezados por Cliford Patterson vio en
plan de inversiones New Deal, del presidente Delano Roosevelt, la oportunidad
de rescatar una línea ferroviaria inconclusa para así construir una autopista entre Pittsburg y
Filadelfia. El gobierno federal estaba ávido de estos proyectos que pudieran
crear empleos. Así, el 21 de Mayo de 1937, el gobernador Geroge Earle firmó la
ley que autorizó la creación de la Comisión del la Pensilvania Turnpike.
En sus inicios, pocos eran los que creían que una
autopista de 160 millas con peaje pudiera ser un negocio viable, se dudaba que
existiera un mercado capaz de absorber la cuantiosa inversión. Sin embargo, el
mismo presidente Roosevelt se convenció del valor estratégico militar de la
nueva vía para garantizar el transporte del acero, por lo que autorizó fondos.
El respaldo del gobierno, efectivo en octubre de 1938, obligó a la Comisión a
acelerar las obras para cumplir con los requisitos federales, decidiendo
comenzar las obras ese mismo mes.
Para comenzar a ejecutar las obras se otorgaron 155 contratos
a 188 compañías. Se emplearon más de diez mil obreros y se adquirieron $12
millones de dólares en maquinaria de construcción de carreteras. El proyecto,
que en plazos regulares hubiese requerido de tres a cuatro años de construcción
se concluyó en veinte meses, todo un record. Las obras fueron concluidas el 1 de
mayo de 1940 y luego refaccionadas hasta el 29 de junio del mismo año.
La Turnpike finalmente abrió sus puertas para uso público
el primero de octubre de 1940. La tarifa inicial, para recorrer las 160 millas
fue de $1.50. Los más intrépidos y veloces conductores hacían el recorrido en
poco más de dos horas sin la interferencia de patrullas policiales. En los
primeros días, el tráfico fue pesado, mas no incontrolable, debido a la
curiosidad de los primeros conductores. No fue sino hasta el primer fin de
semana, domingo 6 de octubre, cuando miles de automóviles se acomodaron en
inmensas líneas detrás de los rudimentarios puestos de peaje. Los empleados
agotaron la venta de boletas y algunos conductores pasaron unas cuatro horas
esperando. La congestión, ese día finalmente terminó a las 10:00P.M. dejando
como resultado la suma de 27.000 vehículos, el número que se estimaba para el
tráfico de una semana. La proyección inicial, estimaba que el numero de vehículos
para un año debía rozar 1.3 millones, de hecho la suma total ascendió a 2.4
millones.
El éxito financiero de la Pensilvania Turnpike inspiró la
creación de autopistas por todos los Estados Unidos. El presidente Eisenhower en
1956 promovió la idea de realizar una extensa red de autopistas por toda la Unión
Americana, convenciendo a constructores para invertir. La idea estaba
respaldada por la Ley de Ayuda Federal para Autopistas (Federal-Aid Highway
Act). Estados como Colorado, La Florida, Indiana, Illinois, Kansas, Maine,
Maryland, New Hampshire, New Jersey, Nueva York y Ohio siguieron el modelo de
la Pensilvania Turnpike para construir autopistas. En su totalidad o en parte,
secciones de las Interstate 79, 80, 81, 90, y 95 fueron inspiradas por la
Pensilvania Turnpike.
En la actualidad, existen alrededor de 47.000 millas de
autopistas que se extienden a lo largo y ancho del país, constituyendo la vía
de transporte más segura y productiva del país, superando con creces la
navegación fluvial, los ferrocarriles y el transporte aéreo. Las autopistas en
conjunto han contribuido de forma decisiva con el desarrollo económico y social
de los Estados Unidos; es por ello que la Pensilvania Turnpike ocupa un rol protagónico
al ser la primera en su estilo, produciendo un efecto catalizador del
desarrollo.
Julio
Sánchez © 2011
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