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Manifestantes por los derechos de los inmigrantes participan en una manifestación para llamar la atención sobre la participación de las compañías de tecnología en el sistema de aplicación de la ley de inmigración el 11 de octubre de 2019 en la ciudad de Nueva York. (Foto de Spencer Platt/Getty Images)
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Huyendo de la América de Trump

Los latinos no están a salvo en EE.UU.

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A pesar de que Donald Trump ha transformado a los EE. UU. en un gigantesco, caótico, a veces trágico y a veces ridículo reality show, tiene un logro innegable, aunque triste, en su haber: ha hecho del odio, el racismo y la mentira la nueva normalidad en el país.

No es sorprendente entonces que la desesperanza, el agotamiento y el pesimismo crezcan a pasos agigantados entre los latinos, y no solo los indocumentados, sino también los inmigrantes con papeles, e incluso los ciudadanos estadounidenses como la periodista puertorriqueña Susanne Ramírez de Arellano. Tanto es así, que cada vez más latinos abandonan el país o planean hacerlo.

“Ya no soy bienvenida ni me siento particularmente segura aquí. En la América de Trump, ser hispano es ser un extranjero y hablar español es algo que temer u ocultar ", escribió Ramírez de Arellano en NBC News Think el 2 de noviembre, expresando los sentimientos de un número cada vez mayor de latinos.

 “Los oprobios contra nosotros los latinos que salen de la boca de Trump – bad hombres, violadores, vagos -- han sido la chispa que encendió este barril de racismo latente.

 Ya no me siento segura en la América de Trump. Entonces, la dejo”, agregó Ramírez de Arellano.

El racismo y la crueldad gratuita contra ellos y sus hijos han destruido la fe de los latinos en lograr un futuro mejor en este país, no necesariamente en términos financieros, sino en términos de respeto por su dignidad y valor como seres humanos. Gracias al supremacista blanca en la Casa Blanca, EE. UU. ya no es la nación adoptada que amaban y que alguna vez consideraron como una acogedora tierra de oportunidades.

"Ahora no creo que oportunidad sea otro nombre para Estados Unidos", escribió Ramírez de Arellano. "Si hablas español o te pareces a mí, se ha convertido en otro nombre para el odio".

La triste verdad: gracias a Trump, para los latinos, el sueño americano se ha convertido en una frase vacía, un mito cansado. Miedo y odio son los nuevos nombres del juego.