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Frustración con el presidente Obama

Frustración con el presidente Obama

En el período previo a la elección presidencial de 2012, muchos hispanos hablan de votar por el mejor de dos males. Lo difícil es determinar cuál es el mejor. 

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En el período previo a la elección presidencial de 2012, muchos hispanos hablan de votar por el mejor de dos males. Lo difícil es determinar cuál es el mejor. 

Los afroamericanos no enfrentan el mismo dilema, y sin embargo, muchos en la extrema izquierda también están decepcionados con el presidente Obama. Mientras la mayoría de los electores negros aprueban su actuación, también existe la frustración de que no ha prestado suficiente atención a asuntos tales como la falta de desarrollo económico en las comunidades afroamericanas, el alto desempleo entre los jóvenes negros y un sistema escolar que les falla a los niños desde el comienzo. 

Tras haber sido ya criticado por conocidas figuras, como el locutor de PBS, Tavis Smiley y el profesor de Princeton, Cornel West, Obama se ha ganado ahora el desprecio del progresista sitio Web, Black Agenda Report. Su director ejecutivo, Glen Ford, recientemente dijo lo siguiente en un foro público:

"Permítanme decir, desde el mismo comienzo, que nosotros en Black Agenda Report no pensamos que Barack Obama es el Mejor de Dos Males. Es el Mal más Eficaz. Ha sido más eficaz en hacer el mal que Bush con respecto a la protección de las ciudadelas del poder corporativo, y en avanzar el programa imperial. Ha colocado tanto a Wall Street como al poder imperial estadounidense en senderos nuevos y más agresivos—tal como se vendió para hacerlo. … 

"La suposición preponderante en la Izquierda es que Obama tiene buenas intenciones. Tiene la intención de hacer lo correcto —o, al menos, intenta actuar mejorde lo que los republicanos intentan actuar. Se supone que son todas intenciones. Dejemos esto en claro: No hay absolutamente ninguna base de hechos para creer que intenta hacer otra cosa que no sea lo que ya ha hecho, ya si los demócratas controlan el Congreso como si no, que es  servir a los intereses más fundamentales de Wall Street. Pero toda la idea de debatir las intenciones de Obama es ridícula. Es  parte de la jerga psicológica, no es análisis. Ninguna Izquierda real entraría en eso". 

Estoy dispuesto a co-firmar esos comentarios. Es lo mismo en la comunidad latina, donde los defensores del presidente están vendiendo tres argumentos: las intenciones de Obama hacia los latinos son más puras que las de los republicanos; Obama sólo se fue a la derecha y pasó a estar en la línea dura con respecto a la inmigración porque los republicanos del Congreso lo presionaron; y los latinos no tienen otra opción que votar por Obama, porque las alternativas republicanas serían mucho peor. 

Es una posición patética para los latinos, tras haber brindado la mayoría de sus votos al candidato presidencial demócrata en 13 elecciones consecutivas, comenzando en 1960. ¿Acaso suponen que, durante la campaña electoral de John Kennedy, los jóvenes voluntarios latinos se dijeron mutuamente: "Un día, dentro de muchos años, tras haber brindado la mayoría de nuestro apoyo a los demócratas en esta elección y una docena más, llegaremos al punto en que escogeremos el mejor de dos males?"

Cuando hice ese comentario a uno de los seguidores latinos de Obama recientemente, éste simplemente se encogió de hombros y dijo: "No está bien. Pero así es como son las cosas." 

En lo concerniente a los latinos, ambos partidos se han portado   de mala manera. Lo mejor que se puede decir es que no les importa lo que los latinos quieren o necesitan. Lo peor, es que o bien tienden a congraciarse con los electores generales criticándonos (como lo hacen los republicanos) o hacen la vista gorda en momentos de crisis para evitar enojar a los electores generales (como hacen los demócratas). Así es que ambos partidos hacen demagogia con los mismos electores. Y no son los latinos. 

Lamentablemente, ni Obama ni Mitt Romney están brindando a los latinos lo que realmente anhelan: respeto.