Enfrentándose a goliat
AL DÍA es una de las pocas corporaciones, nacidas en el barrio de Filadelfia, que ha sobrevivido y prosperado, pasando de una operación de una sola persona en 5th Street a una empresa de tamaño considerable en Market Street.
AL DÍA es una de las pocas corporaciones, nacidas en el barrio de Filadelfia, que ha sobrevivido y prosperado, pasando de una operación de una sola persona en 5th Street a una empresa de tamaño considerable en Market Street.
En nuestra corta historia, de solo 23 años, hemos sido desafiados en todo momento, como cualquier otra empresa en crecimiento. Pero nuestra energía y espíritu nos ha permitido recuperarnos y seguir adelante para hacer frente a la debacle y convertir nuestras derrotas en grandes lecciones aprendidas.
Hemos sufrido lesiones y portado cicatrices de varios atentados en contra de nuestra organización, de manera física, financiera y legalmente.
Hemos aprendido de todo esto y tras los golpes, permanecido comprometidos, endurecidos por una resistencia natural y providencial.
El último ataque vino por parte de los operadores del periódico más grande de la ciudad, al otro lado de Market Street.
El próximo mes, iremos a la corte para luchar por nuestros recursos financieros ganados con el sudor de nuestra frente, ya que estos operadores —no la fundación que hoy los opera Philadelphia Foundation Institute— decidieron presentar contra nosotros un reclamo legal desacertado y sin fundamento, que hemos tratado de resolver vía abogados costosos— en vano hasta el momento.
Han atacado con abogados, y el verano pasado se tomaron la libertad de hacerlo a través de uno de sus columnistas más ruidosos. Este caballero decidió publicar un artículo de opinión en contra de nosotros bajo este titular alarmante: “AL DÍA esquiva la ley”, que la gente no pudo ver porque fue eliminado rápidamente durante el fin de semana por el editor de Phillynews.com tras haberles llamado la atención. Hemos conservado una instantánea, sin embargo, por si acaso.
En una ciudad de abogados, listos para litigar sobre aspectos técnicos o por el bien de grandes sumas de dinero —no por la verdad— permanecemos convencidos de que el enfoque del caballero va más allá y la diplomacia directa es mejor.
De igual manera, vamos a sobrevivir esta ocasión también, eso seguro.
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