LIVE STREAMING

El lugar de la mujer en la América Latina de hoy

No hay duda de que hoy las mujeres en América Latina son más competentes que nunca. Durante la última década, muchas han sido electas como presidentes en Chile…

MÁS EN ESTA SECCIÓN

Celebrando todo el año

Fighting Sargassum

Community Colleges

La lucha de las mujeres

COMPARTA ESTE CONTENIDO:

No hay duda de que hoy las mujeres en América Latina son más competentes que nunca. Durante la última década, muchas han sido electas como presidentes en Chile, Argentina y Costa Rica. Y en octubre, Brasil podría también elegir su primera mandataria. Entre 2000 y 2010, el promedio de legisladoras en América Latina fue de 22 por ciento, el promedio más alto que en cualquier otra región del mundo, incluida Europa.

De igual manera, un mayor número de ejecutivas también ha ocupado un sitial en juntas directivas y posiciones gerenciales en empresas privadas. En casi toda Latinoamérica, a excepción de Bolivia y México, las mujeres están mejor educadas en comparación con los hombres, si se toma como parámetro el promedio de años de estudios.

Esta expansión de poder y capacidades en la esfera pública ha traído consigo muchos cambios en la sociedad, aumentando las expectativas femeninas de lo que se puede ganar y lograr por cuenta propia.

No obstante, pareciera haber un gran obstáculo para aquellas latinoamericanas que quieren tener una familia, además de una carrera. Tal vez los hombres aceptan de buena manera que éstas lleguen al poder, las apoyan para que ocupen cargos públicos y se acostumbran a tenerlas como compañeras de trabajo; pero, parecieran no estar tan dispuestos a seleccionar mujeres fuertes como pareja.

De acuerdo con un nuevo estudio del Harvard Kennedy School of Government, las latinoamericanas de entre 30 y 55 años que están mejor educadas y capacitadas tienen menos probabilidad de estar casadas, que aquellas menos preparadas. Según los autores Ina Ganguli, Ricardo Hausmann y Martina Viarengo, los "hombres latinoamericanos prefieren una mujer menos preparada que se quede en casa" a una con mayor nivel educativo que trabaja fuera del hogar. Como consecuencia, mujeres de 30 a 55 años de edad en América Latina permanecen solteras más a menudo que sus contrapartes en otras regiones del mundo.

El informe "Schooling Can't Buy Me Love: Marriage, Work, and the Gender Education Gap in Latin America" también halló que, de manera desproporcionada, las mujeres más competentes en la región suelen contraer matrimonio con hombres menos preparados que ellas, en comparación con lo que ocurre en otras zonas del planeta. Según Haussman, en estos casos, los hombres están dispuestos a aceptar los ingresos adicionales – a menudo substanciales – que la esposa aporta al hogar.

Al contrario, en países con  elevado producto interno bruto per capita (Estados Unidos, Holanda o el Reino Unido), hay la probabilidad de que las mujeres educadas se casen o convivan con alguien es mayor que las que no son instruidas. De hecho, los varones más instruidos de países ricos como Estados Unidos tienden a contraer nupcias o unirse a personas que tienen su mismo nivel educativo.

Algunos podrían argumentar que son las mejor capacitadas quienes no desean casarse. Hasta cierto punto, eso es verdad. Las latinoamericanas educadas aseguran que no necesitan tener hijos para sentirse satisfechas con mayor frecuencia que las que no tienen educación.

Sin embargo, existe en la región un porcentaje significativo de mujeres instruidas interesadas en formar una familia. Según World Values Surveys, 42 por ciento tiene la aspiración de tener hijos, un porcentaje tres veces superior que el de sus contrapartes en Estados Unidos.

Entre tanto, según el informe de Harvard, los hombres con escasa educación se casan menos que los hombres educados. Estos últimos lo hacen ya sea con mujeres de bajo nivel educativo o con personas calificadas que deciden quedarse en casa. (En Latinoamérica, una profesional que forma una familia tiene pocas posibilidades de continuar trabajando; las leyes laborales son más inflexibles que en otros países como Estados Unidos, donde cada vez más las madres tienen la opción de laborar medio tiempo o desde su casa).

Claramente, ha habido avances en este sentido. No obstante, el informe de Harvard sugiere lo que las latinoamericanas han percibido por mucho tiempo en la región: los hombres todavía se sienten incómodos ante dicho progreso. Parecen estar teniendo dificultades en adaptarse a algunos de los cambios y sentirse amenazados o no atraídos por mujeres que puedan parecer intelectualmente superiores.

La última década demuestra que los esfuerzos para mejorar la educación de la mujer han tenido bastante éxito en la región. Como lo explicó Haussman en una entrevista, el reto ahora es "hacer compatible el trabajo, el matrimonio y la maternidad".

Esto no quiere decir que hogares con dos ingresos sean lo ideal. Pero ¿una mujer que quiera tener hijos con alguien de su nivel está obligada a abandonar toda su capacidad de recibir ingresos? Desafortunadamente, en Latinoamérica la respuesta a esa pregunta sigue estando muy supeditada a lo que quiera el hombre.

(Marcela Sánchez ha sido periodista en Washington desde comienzos de los noventa y ha escrito una columna semanal hace siete años.)