El acceso a financiamiento es el grito de emprendedores que quieren  empezar su propio negocio, no sólo para abandonar las filas del desempleo, sino para crear trabajos para otros. Es el grito de quienes ya establecieron negocios y luchan por mantenerlos, pagar nóminas e impuestos, y no tener que despedir a nadie mientras sobreviven la crisis.

La misma oficina de la Administración de Pequeños Negocios reconoce las trabas de empresarios para acceder a capital en momentos en los que es clave la creación de empleos para bajar la tasa del 9,5 de desempleo nacional. 

Para los hispanos se suma otra desventaja: Menos del 1%, de los 250 mil millones que el gobierno dispone anualmente, va para los 4,4 millones de negocios en manos de las minorías.

Entre tanto, el grito del presidente Barack Obama, este jueves, fue para los republicanos, para instarlos a dejar de lado el "juego" político y destrabar el proyecto de ley para ayudar a la pequeña empresa.

Según el presidente, el proyecto de ley para la creación de empleos, que permanece estancado en el Congreso, "eliminaría por completo los impuestos en inversiones clave para los pequeños negocios" y "no añadirá un sólo centavo a nuestro déficit".

"Dejemos de lado el partidismo por un tiempo y trabajemos juntos, por los pequeños negocios, los empleados y las comunidades que dependen de ellos en todo este gran país", enfatizó Obama.

Ojalá la fiereza con la que algunos republicanos se han centrado semana tras semana en una clase de histeria colectiva contra un centro musulmán, a construirse en una propiedad privada cerca de la Zona Cero, la volcaran en la lucha por los pequeños empresarios, que pese a las dificultades tratan de mover una economía estancada en la politiquería partidista.

Ojalá el empeño de sacar corriendo a 12 millones de indocumentados fuera el mismo para regular un sistema financiero hermético, que no responde a las necesidades de los trabajadores y empresarios.

Ojalá los republicanos empiecen a echarle mano a los verdaderos "datos" para alimentar los diferentes debates que enfrenta el país, ya sea el migratorio, el económico, el de seguridad nacional... en vez de alimentar al público con una política del miedo con fines electorales.

Los pequeños negocios con menos de 50 empleados conformaron más del 60 por ciento de la pérdida de empleos en el país.

¿Es más importantes este dato o la histérica retórica por un centro privado musulmán en Nueva York?

¿Cuál de ambos temas va a tener más impacto en nuestras familias en tres... cuatro... cinco años?