"Brasil considera que se haya en una
competición con los Estados Unidos y desconfía de sus intenciones…Brasil tiene
una necesidad casi neurótica de ser como los Estados Unidos y de ser percibido
como tal", según un cable diplomático fechado en noviembre del 2009.

Reciprocidad es lo que Brasil ha buscado por
muchas décadas, y el resto de Latinoamérica en su mayoría admiran a su gigante
vecino por hacerle frente a los Estados Unidos;  por ejemplo tal como los estadounidenses requieren visa para
los ciudadanos brasileros, los ciudadanos estadounidenses deben cumplir los
mismos requisitos y pagar las mismas tasas para obtener una visa y visitar
Brasil.

Lo que está en juego no es solo cuestión de
estatus, influencia, y dominación regional,  Brasil desea una porción grande del negocio de armas, y
detesta haber perdido la venta de aviones Súper Tucano a Venezuela en el 2005,
debido al veto de Estados Unidos.

El negocio de los aviones militares se hizo
con Rusia, la que vendiera a Chávez 30 Sukhoi Su-30, así superando
tecnológicamente a los países vecinos, según el diario Le Monde.

Antes de perder el negocio, Brasil incluso
pidió a Estados Unidos permitir la venta de aviones militares a cambio de
brindar su apoyo a la ONG venezolana "Súmate" encargada de recolectar firmar
para un referéndum que revoque el mandato de Chávez.

¿Cómo fue posible que los Estados Unidos
efectivamente vetaran el negocio de venta de aviones de guerra entre Venezuela
y Brasil?  Los Estados Unidos son los
dueños de la tecnología, y aún cuando Brasil construye los aviones, solo
Estados Unidos provee el mantenimiento y los repuestos clave.  De hecho, los Estados Unidos ya privó
de todo servicio y apoyo a dieciséis aviones caza F-16 que vendió a Venezuela,
y efectivamente no pueden levantar vuelo.

Por esta razón desea "ya no continuar
dependiendo de la tecnología militar estadounidense" más aún cuando "los
estadounidenses rehúsan transferir su tecnología" reveló otro cable secreto
fechado en junio del 2008.

Una cautivante historia de lucha por la
dominación de América Latina se sigue desarrollando, y Brasil juega en el campo
como dueño de casa.  Sí, Venezuela
permanece como el cabo suelto, invitando a iraníes y rusos a participar de la
meca de armamento militar y tecnología.

El mayor ausente de todos es Estados Unidos,
y el único logro que tiene para mostrar es quizá el aún por evaluarse "Plan
Colombia" asistiendo a su solitario aliado en Sudamérica.