¿Dónde quedó el juego limpio en el Mundial Sudáfrica 2010?
Mes y medio después de terminado el Mundial de fútbol en Sudáfrica, en el ambiente quedó sonando que en esta ocasión, el certamen no será recordado como uno…
Mes y medio después de terminado el Mundial de fútbol en Sudáfrica, en el
ambiente quedó sonando que en esta ocasión, el certamen no será recordado como uno de los
mejores mundiales, sino por lo contrario.
Será
recordado por situaciones anecdóticas como lo fueron la eliminación
temprana de los equipos favoritos, por el bajo desempeño de muchas de
las estrellas que llegaron al torneo, por los errores arbitrales y por
una final entre Holanda y España que rompió los récords de cantidad de
amonestaciones.
Se
puede concluir que el "fair play" se
quedó en la maleta de equipaje de muchos jugadores y no fue llevado a
la cancha.
El
juego limpio es el corazón del fútbol y por esa razón la FIFA se
esfuerza en preservarlo. Desde 1997, en todos los otoños se organizan
jornadas en todo el mundo.
¿Qué
es el juego limpio o "fair Play"?
Uno
de los objetivos fundamentales del juego limpio es que los jugadores
superen las diferencias raciales, lingüísticas y culturales jugando
juntos. El fútbol es
considerado como una escuela para la vida y a través de este deporte se
transmiten valores sólidos como son la solidaridad, la tolerancia, el
respeto, la disciplina y ante todo la honestidad.
Lo
más importante en la práctica del fútbol es el respeto; respeto por el
adversario, por los compañeros, por las reglas de juego, por los
árbitros, por los espectadores. Lamentablemente, hoy en día casi todos
los actos en la vida del ser humano se miden por los resultados
obtenidos y el fútbol no es ajeno a ello.
Según
lo anterior, en el pasado Mundial el "fair play" se quedó en palabras y
no en actos.
Pregúntese
usted qué hubiera pasado si el arquero de la selección alemana le
hubiera manifestado al árbitro que la pelota sí había entrado en la
línea de meta y que el gol sí era válido; o si el jugador Tévez de la
selección argentina le hubiera manifestado al asistente que su gol no
era válido porque él se encontraba en fuera de lugar; o si Iker Casillas
le hubiera advertido a los árbitros que a Holanda se le quitó un tiro
de esquina de donde nació el gol de Iniesta.
El
juego limpio debería ser siempre la principal prioridad en el fútbol y
la honestidad para jugar lo esencial. Debe ser un esfuerzo conjunto que
no solamente corresponde a los jugadores.
Los
árbitros deben aplicar el reglamento con justicia, los espectadores
deben respetar a los equipos; los medios de comunicación deben resaltar
las buenas acciones y no incitar a la violencia; los entrenadores deben
asumir sus responsabilidades, pero ante todo, los jugadores deben ser
honestos y no aprovecharse de los errores de los árbitros.
Al
final de cuentas a un jugador se le recordará por la imagen que dejó
dentro y fuera de la cancha y la práctica del "fair play" siempre le
dejará al jugador una imagen positiva.
La
campaña "fair play" fue, en gran medida, el resultado indirecto del
Mundial de México 1986, cuando "la mano de Dios" de Maradona provocó la
célebre reacción del entrenador inglés, Bobby Robson, quien aseguró que
"ese gol" había sido ilegal.
DEJE UN COMENTARIO:
¡Únete a la discusión! Deja un comentario.