Demagogia Migratoria: Plan Obama en dos etapas
SAN DIEGO – Más y más latinos se están percatando del falso plan de inmigración en dos etapas, del presidente Obama. Entre ellos se encuentran el locutor de…
Ahora,
es probable que Ramos ya no obtenga más entrevistas exclusivas ni más
invitaciones a banquetes de estado. ¿Qué hizo Ramos para caer en desgracia con
la Casa Blanca? Respuesta: Periodismo.
El
periodista le hizo algunas preguntas difíciles a Obama acerca de su política
migratoria que el presidente no pudo responder.
Bravo.
Obama necesita ser más escudriñado. Los grupos de incidencia latinos con
tendencia de izquierda —el Consejo Nacional de La Raza, la Liga de Ciudadanos
Latino Americanos Unidos, el Fondo Mexicano Americano de Educación y Defensa
Legal, et al. –tienen una estrategia de tres puntas: "No ver maldad alguna. No
oír maldad alguna. No decir maldad alguna".
Ahora,
hablemos del plan en dos etapas de Obama.
Es
aquél en el que hace demagogia entre los electores latinos, criticando al
Partido Republicano por ser demasiado duro en el cumplimiento de la ley
migratoria, mientras también hace demagogia con los no-latinos al ser aún más
duro que los republicanos.
Es
donde Obama expresa ante poblaciones latinas que él es el gran defensor de una
reforma migratoria integral, mientras hace todo lo posible para mantenerla
fuera del orden del día de los demócratas en el Congreso.
Es
donde Obama pinta su política migratoria como una versión suave y bondadosa que
no divide familias, mientras el Departamento de Seguridad del Territorio hace
exactamente eso cuando deporta a padres indocumentados y deja a sus hijos
nacidos en Estados Unidos en este país.
Es
donde Obama, en una entrevista con Ramos durante su parada en El Salvador,
afirma que los inmigrantes ilegales que se hubieran salvado de la deportación por
la Ley Dream —que ofrecía categoría legal a cambio de asistir a la universidad
o de incorporarse a las fuerzas armadas— no están siendo deportados porque el
gobierno no "va por ahí haciendo redadas de estudiantes". Y después, unos días
más tarde, en otra entrevista con Ramos durante una reunión municipal en
Washington, Obama debe reconocer que su gobierno está, en realidad, deportando
estudiantes porque "Estados Unidos es una nación de leyes, lo que significa que
yo, como presidente, estoy obligado a hacer cumplir la ley".
Y
es donde Obama —cuando Ramos le pregunta si podía emitir una orden ejecutiva
para detener estas deportaciones— dice que no tiene ese poder porque "no
estaría de acuerdo con (su) papel apropiado de presidente". Y después, segundos
más tarde, dice defender a "jóvenes ... cuyos talentos queremos aprovechar a
fin de triunfar como país".
Todos
estos mensajes contradictorios son agotadores. Es difícil tratar de ser todo
para todos. Y es realmente difícil tratar de ser un demócrata que quiere
agradar tanto a los electores latinos (la mayoría de los cuales desea una
reforma migratoria integral) y a los sindicatos (a quienes les preocupa que sus
miembros compitan por puestos de trabajo con inmigrantes ilegales y piensan que
la competencia sólo será más dura, si se legaliza a los inmigrantes).
Por
lo tanto, no es de sorprender que Obama termine con este lío retórico y con
palabras que no coinciden con sus acciones.
Así
como tampoco es de sorprender que pareciera que Obama había sido atrapado en
una mentira sobre si los estudiantes que son inmigrantes ilegales y que
estarían cubiertos por la Ley Dream están siendo aprehendidos en redadas y
deportados. Sólo cuando Ramos le presentó pruebas indicando lo contrario, Obama
cambió de marcha y habló de cómo su tarea como presidente es "hacer cumplir la
ley".
La
prueba vino de una inmigrante ilegal que el gobierno está tratando de deportar.
Durante la reunión municipal, Ramos mostró a Obama un video de la estudiante
secundaria, Karen Maldonado. Sosteniendo su orden de deportación, Maldonado
preguntó: "Mi pregunta para el presidente es, ¿por qué (está él) diciendo que
las deportaciones han parado, o las detenciones de muchos estudiantes como yo?
¿Por qué es que aún estamos recibiendo cartas de deportación como ésta?"
Buscando
una respuesta, Obama habló de su apoyo para la Ley Dream, y de cómo él quiere
que jóvenes como Maldonado triunfen, y de cómo la gente debería llamar al
Congreso, etc.
En
una entrevista posterior con Univisión, Maldonado dijo sobre Obama: "Pienso que
él quiere ayudar" pero "el presidente dio vueltas en círculos. Parece que no
quiso responder a mi pregunta. Me pregunto si sólo está inventando esto. Nos da
esperanza pero no está haciendo nada al respecto."
Tienes
razón, Karen. El presidente Obama no está haciendo nada para arreglar el
sistema migratorio o detener las deportaciones. No es porque no tenga el poder
para actuar; es porque no tiene el valor para aceptar las consecuencias de sus
actos. Esa parte de la historia es fácil de comprender pero difícil de
defender.
© 2011, The Washington Post
Writers Group
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