¿Cuán sincero es el compromiso de Clinton con la comunidad latina?
Cuando Hillary Clinton anunció que Lorella Praeli sería la directora de participación latina de la campaña, el anunció produjo una mezcla de reacciones —…
Cuando Hillary Clinton anunció que Lorella Praeli sería la directora de participación latina de la campaña, el anunció produjo una mezcla de reacciones ---“Hillary Clinton recluta a una Dreamer”, “La campaña de Hillary contrata a una ex Dreamer” y “Hillary contrata a una ex ilegal como directora de participación latina”.
Es imposible saber qué mensaje estaba tratando de enviar Clinton al contratar a Preaeli, ex directora del grupo de apoyo United We Dream quien actualmente tiene estatus legal de residente permanente. Quizás Clinton simplemente quería a alguien en su gabinete que estuviera familiarizada con las dificultades de los inmigrantes sin papeles.
Lo que se sabe es que los observadores que siguen con atención los tropiezos y falsas promesas de los demócratas en el tema inmigración no se vieron asombrados.
En el sitio web Latino Rebels, Angel Rodriguez, editor de temas de actualidad del blog NYCTalking.com, escribe: “Clinton es solo otra demócrata más que ofrece nuevamente ese incentivo de inmigración a los latinos. Ahora contrató a una Dreamer. Muy predecible. Pese a que Clinton pueda haberse olvidado de su pasado (o el de su esposo — ¿Alguien se acuerda de NAFTA?), nosotros (y la Internet) no nos hemos olvidado”.
Rodriguez hace una compilación de las veces que Hillary hizo el comentario de que ella estaba “totalmente en contra de los inmigrantes ilegales” al decir que mujeres y niños que inundaron la frontera durante la crisis del verano pasado deberían ser enviados de regreso a su casa y de otros comentarios hechos antes de anunciar su candidatura.
El columnista Albor Ruiz del New York Daily News describe la elección de Clinton que acaparó titulares más francamente: “Algunos temen que, pese a las credenciales indiscutibles de Praeli como líder eficaz e intransigente, su nombramiento pueda ser una tentativa por parte de la campaña de Clinton de usar el movimiento Dreamer como un símbolo político — y a Praeli simplemente como vocera de la campaña”.
Estas preocupaciones no son solo las reflexiones de unos pocos comentaristas hispanos.
The Dream Action Coalition, una organización para la defensa de los inmigrantes, publicó una declaración en el Daily Kos: “Como Dreamers y familias que continuamos sin documentos, nos hemos dedicado a nuestras comunidades, no a un partido, y continuaremos haciendo responsables a todos los candidatos presidenciales”.
Si bien es verdad que los hispanos que se identifican a sí mismos como demócratas hablan con entusiasmo sobre la nueva incorporación de Clinton, los hispanos independientes, conservadores e incluso los indocumentados consideran esta movida como simple artificio.
Manuel Guerra Casas, un inmigrante políticamente activo sin estatus legal, ha estado siguiendo la lucha de inmigración desde las primeras líneas desde 2003, unos pocos años después de su llegada a los Estados Unidos desde México en 2000. Tuvo una reacción visceral con respecto a la noticia, publicando categóricamente en Facebook que la acción de Clinton fue diseñada para manipular a la comunidad de inmigrantes para que crea que ella está de su lado.
Haciendo eco del mismo sentimiento de desilusión que he escuchado por años por parte de organizaciones de defensa, activistas de inmigrantes y otros a lo largo del espectro político, Casas me dijo que los demócratas constantemente incorporan organizaciones y causas de inmigración justo a tiempo para las elecciones y después salen corriendo para el otro lado cuando llega el momento de realizar los cambios largamente pendientes del sistema quebrado.
“Realmente pensaba que el presidente Obama era honesto sobre el tema de la reforma inmigratoria. Me causó muy buena impresión cómo habló de inmigración— me emocionó. Pero después me desilusionó completamente porque realmente nada sucedió”, me dijo Casas. “He estado en Washington muchas veces, haciendo lobby, protestando, hablando con legisladores y en los últimos 10 años escucho decir una y otra vez a organizaciones de inmigración grandes como United We Dream: ‘Hemos estado peleando por la reforma inmigratoria por 10, 15, 20 años’. Y uno tiene que preguntarse, durante todo ese tiempo se les paga a estas personas y organizaciones para que peleen por la reforma inmigratoria ¿y qué han hecho?”
Casas, un trabajador de mantenimiento de jardines en Florida, cree que Clinton va a tener dificultad para que la gente crea en sus supuestas intenciones verdaderas sobre inmigración, no solo porque en el pasado ella se opuso a medidas para ayudar a inmigrantes y ha sido voluntariamente atrapada en grabaciones ignorando los pedidos de los Dreamers que buscan respuestas sobre el tema inmigración sino porque muchas personas se han desanimado y desconectado.
“Hablo todo el tiempo con compañeros de trabajo y con otras personas que sé que no tienen documentos y están completamente convencidos de que esto es todo política, que los demócratas están jugando con nuestras mentes”, me dijo Casas. “Muchos de ellos no han ni siquiera solicitado DACA (La Acción Diferida para Llegadas en la Infancia) por la incertidumbre que acompaña al programa. No les importan arreglos temporarios, buscan soluciones permanentes”.
Deberían tener cuidado con lo que desean. Después de todo, antes de que Clinton se diera vuelta como un panqueque, ella abogaba por una cerca en la frontera y se oponía a las personas que empleaban inmigrantes sin papeles.
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