Cómo camelaron a los latinos
San Diego – En "El golpe", un film clásico de 1973 sobre un par de estafadores, se introduce cada capítulo con una tarjeta antigua que lleva un título tal como…
Para
comprender, realmente, el elaborado camelo con el que el presidente Obama está
engatusando a los electores latinos en lo referido al asunto de la inmigración,
he aquí algunos títulos que podrían serles útiles:
LA
PROMESA — Obama se presenta ante varios grupos latinos durante la campaña de
2008 y hace lo que en aquel momento todo el mundo pensó que era una promesa
sincera de considerar la reforma del sistema migratorio como una máxima
prioridad.
LA
COMPARACIÓN — Describiéndose a sí mismo como una alternativa más bondadosa y
suave que George W. Bush, Obama —en comentarios que más tarde lo perseguirán—
se lamenta de las ocasiones cuando "se aterra a comunidades con las redadas
migratorias de ICE, cuando las madres de niños de pecho son separadas de sus
bebés, cuando los niños vuelven a la casa de la escuela para encontrar que sus
padres han desparecido".
EL
RESCATE — Después de que Arizona adopta una dura ley migratoria, y el
presidente de la mayoría en el Senado, Harry Reid, amenaza con responder
reiniciando el debate de la reforma migratoria, Obama echa por tierra el plan
de Reid al anunciar a los reporteros que no hay apetito en el Congreso para
debatir el asunto. Al hacerlo, lanza un salvavidas a los demócratas
conservadores del Senado, que hubieran sido renuentes a votar a favor de la
reforma.
EL
ENGAÑO — Cinco de esos demócratas conservadores —Mark Pryor, Max Baucus, Kay
Hagan, Jon Tester y Ben Nelson—más tarde terminan con la Ley Dream al votar
contra la clausura. Pero Reid y la Casa Blanca, con la ayuda de los medios,
endilgan la culpa a los republicanos, con éxito.
LA
ESPERA — Al darse cuenta de que no puede ni siquiera iniciar el debate de la
reforma migratoria sin crear una división entre dos leales electorados
demócratas —los sindicatos y los latinos— Obama necesita un señuelo. Pero sólo
lo tendrá cuando John Boehner y los republicanos tomen el control de la Cámara,
en enero de 2011.
LA
TRAMPA — Poco después de declarar su intención de presentarse a la reelección,
Obama tiende una trampa a los republicanos para 2012, sacando el asunto de la
inmigración nuevamente a la luz, bajo la suposición de que el partido
Republicano continuará su tradición de tratar la cuestión en forma cruel y
burda. Los republicanos actúan como se esperaba.
EL
ALARDE — Mientras tanto, la secretaria de Seguridad del Territorio, Janet
Napolitano, alardea de que la frontera está más segura que nunca y que el
gobierno ha deportado alrededor de 400.000 inmigrantes ilegales por año desde
la asunción del mando. Al expulsar a los inmigrantes ilegales a razón de 1.000
por día, el gobierno debería llegar a la marca de 1 millón para el Día del
Trabajo (Labor Day).
EL
DISIDENTE — El representante Luis Gutiérrez, demócrata por Illinois, quizás, en
el Congreso, el defensor más elocuente de los derechos de los inmigrantes,
inicia una gira de 20 ciudades llamada "La campaña para niños y familias
estadounidenses", a fin de llamar la atención sobre las deportaciones y de
presionar a Obama para que las detenga en lo concerniente a dos grupos: los
padres indocumentados de niños nacidos en Estados Unidos y los llamados
estudiantes de la Ley Dream, es decir los que, si el Congreso hubiera aprobado
la ley, probablemente hubieran cumplido los requisitos para el programa, que
ofrece residencia legal a cambio de asistencia a la Universidad o servicio
militar.
LA
DILACIÓN — Obama se aviene a reunirse con miembros de la Comisión Hispana del
Congreso para escuchar sus inquietudes sobre el alto número de deportaciones.
Pero primero, en un ridículo intento por encontrar otro grupo de hispanos que
podría actuar como contrapeso de la Comisión, Obama invita a un contingente de
celebridades hispanas a la Casa Blanca para hablar sobre la inmigración.
Apártate Cumbre de la Cerveza. Bienvenidos a la Fiesta de la Margarita.
LA
PANTALLA DE HUMO — El mensaje de Obama a las celebridades y a un grupo de
"partes interesadas" que asistió a una reunión previa sobre la inmigración, es
que él apoya una reforma migratoria integral, pero que no puede lograr que se
apruebe sin la ayuda de los republicanos. Obama los urge a presionar al Partido
Republicano para que éste apoye la reforma. El problema es que con respecto a
la inmigración, lo más urgente en el país, en este momento, no es la reforma
sino el aumento de las deportaciones. Y Obama no hablará sobre ello porque se
trata de un asunto que le concierne a la rama ejecutiva, la que está bajo su
control, y, por lo tanto, no puede echar la culpa a los republicanos por
obstaculizar un objetivo político deseado.
EL
SHOW — Obama va a El Paso para posar frente a la muralla de la frontera, en su
propio momento de "Misión Cumplida", declara que la frontera está más protegida
que nunca. También trata de poner a los republicanos a la defensiva haciendo un
llamado a la reforma migratoria —que es exactamente lo que ha tratado de evitar
durante los 28 primeros meses de su presidencia.
No
miren ahora, latinos. Pero los camelaron.
©
2011, The Washington Post Writers Group
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