Caen los pájaros: ¿Sólo cíclico?
Se nos caen los pájaros del cielo… congelados los corazones, latiendo sus pulsos finales. Caen precipitadamente y llegan enteros a tierra, enteros por fuera… …
¿Qué significan estos pájaros que
cesan? ¿Qué significa esta
inclemencia de muerte? El canto
suspendido, el viaje interrumpido…
miles de corazoncitos con un susto macabro en la garganta… una injusticia que algún científico
califica de cíclica y es oportuno.
Oportuno y conveniente que las cosas ocurran cada montón de siglos para
que nadie le contradiga sus afirmaciones de autoridad. La ciencia sesgada.
El calentamiento global, la muerte sin
alas… los peces que equivocan el rumbo y mueren de forma súbita cohabitan con
una exhalación de políticos corruptos que pretenden exprimir al sistema hasta
el último sentido, obviando "objetivamente" la supervivencia de los inocentes.
Más allá de las hollywoodenses versiones
del fin del mundo, de las advertencias categóricas de cientos de activistas
frustrados, nuestro planeta está cambiando, sus cambios lo amenazan. A los muy justos estudiosos de esta
bio-degradación: a ver cómo le
explican a los hijos de sus hijos, a los millones de hambrientos atemporales
que se lamentan en medio de estrambóticos avances tecnológicos, que son
dispensables. A los que
creen que pueden congelarse para resolver sus propios decesos algún día, que no
tendrán donde descongelarse, ni con quien fundir sus expectativas.
Sobrevivir es un instinto primario ¿para qué el instinto si la
supervivencia es utópica? No hay
peor ciego que el que no quiere ver, dice la máxima popular… las evidencias de cambio son innegables
pero a quienes se rehúsan a reconocer que sus vidas se deben a algo más que a
sus propios recursos, les son fútiles alarmas, estridencias.
Es urgente despertar. No es solamente cuestión de vida o
muerte. Es cuestión de
integridad. Lo que hace que
nuestras vidas trasciendan, no es escribir un libro, empuñar un arma de fuego,
definirnos por la dieta o por la disposición por algún partido político, sino
debernos a causas superiores a lo que somos en visión escasa.
Por nosotros mismos, e históricamente,
los intereses territoriales, los dineros sucios, la falta de valores y hasta el
ego han boicoteado el respeto básico que nos debemos unos a otros, no se diga a
la unidad y la paz entre las gentes.
Cuando la causa para doblegar esas cosas es más grande que la visión
perimétrica que tenemos o que alguna estadística fantástica, nos obligamos a
extendernos más allá de nuestros límites. Entonces es momento de ver hacia arriba, no como dicen
algunos, evadiendo la responsabilidad, sino asumiéndola.
Reconocer nuestro tamaño para empezar, es
una buena forma de ser humildes y ojo, no digo humillados, sino
enseñables. Ya alguien
queriendo entender un poco mejor su deuda, aseveró que el planeta no es
"nuestro", que somos parte de…
Pero el hombre es más responsable que la flor del campo, que nuestros pájaros
asaltados, que nuestros peces que quieren ahogarse en nuestro aire. Tenemos la capacidad de reconocer el
origen de lo que existe y el por qué de su crisis. Tenemos la obligación junto con la capacidad de ver más
allá, de ver hacia arriba…
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