‘Bordertown’ de Fox es una serie auténtica y comiquísima
La noche anterior a un reciente preestreno de la nueva serie televisiva animada de Fox, “Bordertown”, el humorista político sindicado nacionalmente, Lalo…
La noche anterior a un reciente preestreno de la nueva serie televisiva animada de Fox, “Bordertown”, el humorista político sindicado nacionalmente, Lalo Alcaraz, y yo nos acercamos a la barra de un bar de Detriot y nuestros ojos cayeron instantáneamente en la misma cosa: La banda de esa noche era Skeeto Valdez Experience.
En eso consiste ser diferente--cuando uno va a un lugar nuevo, sus ojos gravitan naturalmente a lo que es más familiar. Y es excitante y delicioso ver algo que en parte le pertenece a uno, en un lugar que está claramente creado para las masas.
Ésa es exactamente la sensación que yo, y un auditorio de estudiantes de Wayne State University, experimentamos durante la proyección de “Bordertown”, que se estrena el 3 de enero a continuación de “Family Guy”.
Tras ver dos episodios, nuestras reacciones fueron unánimes: Nos encantó. Llena de impactantes gags visuales, apartes con el espectador y ridiculeces, “Bordertown” es graciosa sin complejos--y no es ofensiva ni carente de sensibilidad, como algunos temieron cuando se anunció inicialmente el proyecto.
Muchos hispanos se inquietaron cuando la cadena dijo que Mark Hentemann, con producción de Seth MacFarlane, estaba creando una comedia basada en las luchas, a menudo nada divertidas, de las comunidades fronterizas. El dúo es responsable de la serie muy políticamente incorrecta y a veces directamente ofensiva, “Family Guy” (revelación: Me encanta “Family Guy”).
Pero el programa pronto agregó dos de las estrellas más brillantes en el humor que se basa en la experiencia latina--Alcaraz y Gustavo Arellano, famoso por “Ask a Mexican!”--y a Valentina L. Garza como productora supervisora, incrementando las probabilidades de su atractivo tanto para audiencias no-hispanas como latinas.
“Bordertown” es la historia de los Buckwalds y los Gonzalez. Bud Buckwald, con voz de Hank Azaria de “The Simpsons”, es un hombre casado, con tres hijos, agente de la Patrulla Fronteriza, que se siente ligeramente amenazado por los, ejem, cambios demográficos en su vecindario.
Su vecino--y finalmente, su amigo--Ernesto Gonzalez, es muy trabajador y empeñoso. Lleva en el país menos de 10 años, pero él y su familia ya están viviendo el Sueño Norteamericano, y prosperando más que los Buckwalds.
Tras ver sólo dos episodios, tomé varias páginas de notas sobre aspectos que me parecieron perspicaces, súper-sutiles (y por lo tanto invaluables para los que “comprendieron” la broma) y totalmente locos y cómicos.
Mi momento preferido fue una escena--después de la cual se construyó una muralla fronteriza gigante con México a la que nadie prestó atención--en que Ernesto Gonzalez despotrica contra indocumentados recién llegados, que se asientan en la zona y le sacan sus trabajos de jardinería. De repente, se le prende la lamparita y dice, “¡Caramba, me acabo de convertir en un verdadero estadounidense!”
Lo que me parece más maravilloso sobre esa escena es que Alcaraz no está totalmente seguro de quién la escribió. Me explicó que todos los escritores del programa seguían la misma onda--no existía la expectativa de que los hispanos escribieran las bromas hispanas y los ortos las demás; fue una verdadera colaboración.
El estándar fue establecido, dijo Alcaraz al público, por el guionista principal Hentemann, que quería un programa que fuera franco y directo, pero que sobre todas las cosas, fuera auténtico y cómico.
Éxito en ambos rubros.
“La reacción ha sido muy positiva,” dijo Alcaraz, quien habló conmigo la semana pasada al final de una vorágine promocional por todo el país. “Y mi reacción favorita es cuando la gente dice ‘No es lo que uno espera’. Después de verla, todas las expectativas negativas desaparecen. Es incisiva y tiene esa calidad de ‘No puedo creer que les dejaran poner esa broma en TV’.
“Yo todavía no puedo creer que nos permitieran incluir en TV, sátira política que aborda la inmigración. Para mí, es revolucionaria porque los dibujos animados pueden ayudar mucho a mostrar la realidad, pueden enseñar cosas con más veracidad, como son, y uno se siente bien por tener ese aspecto en una serie que cuenta también con humor escatológico. Hay algo para todos en este programa.”
Es cierto —según lo que vi, este programa definitivamente no es un “programa latino” o, peor aún, un latoso programa para presentar el “tema de la inmigración”—. Trata en cambio de la amistad, la fusión de culturas, nuestras inseguridades y nuestras meteduras de pata, y, por supuesto, el acceso igualitario a los insultos. No se lo pierdan.
La dirección electrónica de Esther Cepeda es estherjcepeda@washpost.com. Sígala en Twitter,@estherjcepeda
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