Hay un dibujo animado dando la vuelta que muestra a la Estatua de la Libertad inclinada sobre un mapa de Puerto Rico, la isla iluminada por fuegos artificiales y la Monoestrellada ondeando con valentía. Un elefante, una mula y un banquero rechoncho agarrados de las faldas de la Dama Libertad y con caras de confusión y miedo. Mientras ella, el símbolo de América, mira a la isla en medio de un gran océano, dice: Ah, así es la cara de la Democracia?

Porque la pregunta? Porque Puerto Rico, la colonia más antigua del mundo, dio cátedra global sobre el poder de la protesta: como pacíficamente se puede destronar a un jefe de estado corrupto e incompetente con cacerolas, musica y un movimiento masivo de Puertorriqueños.

Miles de Puertorriqueños abarrotaron las calles en protesta dia tras dia exigiendo la renuncia del entonces Gobernador Ricardo Rosselló. Ellos forzaron a Rosselló y a su banda de corruptos a abandonar el poder y lograron un cambio dramático en la manera en la cual la política de la isla se ha jugado por décadas. Y, así, cambiaron la historia de la isla.

Como en un Cuento de Dos Colonia y su lucha por la libertad, Hong Kong pronto tomó la batuta Puertorriqueña en este Verano de Protesta. Manifestaciones prodemocracia masivas llevaron al aeropuerto Internacional de Hong Kong a una paralización total, con los ciudadanos de esta antigua colonia británica a exigir la renuncia de la Ejecutiva en Jefa Lam y la independencia de China.

Que tienen Puerto Rico y Hong Kong en común - más allá de la humillación de ser colonia? Un movimiento de gente de todos los niveles de la sociedad, con un propósito claro y definido - un nuevo liderazgo democrático.

Esto deja a la Dama Libertad con solo una pregunta - cuando tendrá America la tenacidad de ser un Puerto Rico? O un Hong Kong?

Porque hasta ahora, aun ante el hecho que a diario Trump le enseña el dedo a la Estatua de la Libertad y todo lo que ella representa, y su conducta poco presidencial, los Americanos se doblegado y aceptado su destino.

Las voces de oposición a Trump aún están por escucharse en la Casa Blanca. Llamemos a los Puertorriqueños, con su música, sus cacerolazos y su consignas - Somos mas, y no Tenemos Miedo. A cacerolazo limpio.

Los Puertorriqueños saben hacerlo y lo harán - a la hora de las elecciones. Tendrán a Trump bailando al ritmo de Bad Bunny y Residente - Afilando Cuchillos. El poder está en la calle. America - que esperas?