Algunas personas me han preguntado en el pasado:

¿Cuál es la corporación dueña de AL DÍA? 

En otras palabras, ¿qué compañía grande de noticias quizá paga la renta de su oficina, sus salarios, o su aparente costosa operación?

Es decir, ¿quien es el propietario de sus acciones y, como consecuencia, dicta su destino?

"Nosotros", contestamos.

"¿De veras? Se lee en esa cara opuesta, a veces sin una palabra audible.

SÍ. ¡De Veras! ¿Por qué no?

No es para tanto, tampoco:

AL DÍA es solo resultado simple y espontáneo de la vieja tradición americana de "construir desde cero" y, como en la edad de oro del Periodismo Americano, hacerlo con el nombre de una familia validando la empresa periodística.

Con orgullo decimos que nacimos en Pensilvania, uno de los Estados de la unión americana en que la tradición de empresas periodísticas propiedad de familias aún se mantiene firme, con miembros de la misma familia aún controlando las empresas periodísticas locales, dándoles a un mismo tiempo tanto propósito como legitimidad.

AL DÍA es, modestamente, una de ellas.

Una corporación nacida en Pensilvania hacer 20 años, en septiembre de 1994, en un momento providencial en que la necesidad colectiva coincidió con la determinación individual del fundador.

La verdad era que en el año 1994 nadie le apostaba un centavo al mercado Latino de Filadelfia, mucho menos a una operación de medios para hispanos de esta ciudad.

Sin embargo, de la manera que yo lo veía, había una comunidad clamando silenciosamente por una mejor representación en los medios de comunicación de la ciudad de lo que en realidad somos y traemos a esta ciudad de adopción.

Emisoras de radio, o estaciones de TV en español, y ese grupo de periódicos locales que se ven hoy en día, vinieron, y muchos se fueron, después de que el experimento de AL DÍA empezara en la propia sala de la casa de su  fundador.

Aprovechando mi educación como periodista profesional, y, la verdad sea dicha, también forzado por el desempleo (no importaba que tuviera dos grados Universitarios en Periodismo y cinco años de experiencia en una sala de redacción, no había trabajo en Filadelfia en 1991), empecé a teclear en una computadora MAC SE, modelo 1990. (vea la foto aquí, preservada en el "Museo de AL DÍA").

Fueran aquellas las primeras frases en un largo e inesperado camino de escribir páginas y más páginas, pero, aún más desafiante —pues no sabía nada de ello— la administración de toda clase de personalidades entre clientes y empleados, y lidiar con el estilo directo de los banqueros y los estrictos contadores, al frente también de la operación del negocio.

Esa capacidad adquirida, no en el claustro universitario, sino en la "dura escuela de la calle", nos dio al final el derecho a ser dueños de una empresa que, ahora, gracias a la sabiduría y fortaleza de su equipo más veterano, y la longevidad, resistencia e inmunidad adquirida lenta pero firmemente a través de esta briega de décadas, nos posiciona ahora a crecer, llenos de un potencial obvio.

AL DÍA News Media, desde luego, es también el producto directo de la evolución del Mercado de Medios en Filadelfia, donde tanto ha pasado en las últimas dos décadas.

AL DIA como corporación, a diferencia de aquellas que se han vendido,  permutado o cerrado, sigue inmutable en su dirección interna, y ahora, con ese temple que solo da el tiempo, está en franco camino a su edad adulta.

AL DÍA se encuentra en medio de un crecimiento dinámico y, en el pasados años, se ha convertido gradualmente en un centro de innovación en que jóvenes profesionales que buscan desarrollar o consolidar sus carreras en la ciudad, pueden libremente hacerlo involucrados en un de los sectores que experimentarán crecimiento garantizado durante los próximos 10 años:

Los Medios de Comunicación para audiencias multiculturales, como la de AL DÍA. No solo aquí en Filadelfia, sino también en todo el país.

Sin embargo, en 1994, cuando el mercado y los medios hispanos aún no estaban de moda, yo solo era un ejemplo prematuro del "periodista empresario", mucho antes de que la expresión se adoptara y de volviera una clase en las ahora transformadas Escuelas de Periodismo.

Hoy nos sentimos inmensamente agradecidos con Filadelfia y todos los que en ella han sido nuestros lectores, clientes y amigos durante estas dos décadas.

Sentimos sinceramente, también, el orgullo de que AL DÍA también sea "¡Made in Filadelfia!", "desde cero".