El palacio de La Moneda pegó este fin de semana un cambio de rumbo. El multimillonario líder derechista Sebastián Piñera se impuso este domingo en las elecciones presidenciales con un 54% de los votos, frente al 46,4% del candidato de la izquierda, Alejandro Guillier, heredero de la presidenta saliente Michelle Bachelet.

¿Por qué este regreso de la derecha en Chile, cuando las encuestas auguraban un empate técnico?

El diario español La Vanguardia señalaba tres razones: primero, una participación de voto ligeramente superior a la registrada en la primera vuelta de las presidenciales, que ha permitido sumar a Piñera más votos, contrariamente a lo que esperaba el candidato de la izquierda, que  esperaba capitalizar el voto progresista de la clase media. En Chile, capitalizar el voto es un reto relativamente nuevo para los políticos, ya que el voto pasó de ser obligatorio a voluntario en 2013 y desde entonces la abstención ha sido una constante.  

En segundo lugar, la preferencia manifiesta de los chilenos por conservar el modelo económico neoliberal implantado por la dictadura de Pinochet, en lugar de introducir la tímida agenda de medidas sociales del progresista Guillier, que daban continuidad al programa de reformas iniciado por Bachelet en su segundo mandato. Estas medidas sociales incluyeron medidas progresistas como la despenalización del aborto, tímidas reformas laborales y fiscales, así como abrir el camino a la educación pública gratuita.  

“Lo más probable es que Piñera no dé un paso más en derechos civiles ni en reformas progresistas pero es difícil imaginar un fuerte retroceso. No tiene fuerza política para hacerlo ni ganas de meterse en ese avispero”, observa el diario El País.

Sin embargo, la derecha supo atraer a nuevos votantes inculcando el miedo a que una victoria de Guillier llevase a Chile a una deriva “bolivariana”, y para ello acuñó el término “Chilezuela”.  

En tercer lugar, la caída de la popularidad de la mandataria socialista en los últimos años – de más del 32% - debido a los escándalos de corrupción.

Piñera, empresario y multimillonario, de 68 años, ya ocupó La Moneda entre 2010 y 2014, tras sustituir a Bachelet de su primer mandato, convirtiéndose en el primer presidente de derechas desde la muerte de Pinochet.  

Graduado en Ingeniería por la Universidad Católica de Chile y máster en Economía por la Universidad de Harvard, Piñera proviene de una familia industrial adinerada. Su abuelo paterno se hizo rico con la industria del salitre y él mismo contribuyó a incrementar la fortuna familiar dedicándose a la Bolsa desde joven. En 2017 la revista 'Forbes' le situaba en el ránking de las mayores fortunas del mundo, con un capital de cerca de 2.700 millones de dólares, reportaba el diario El Mundo en un perfil reciente de Piñera que puede leer aquí.