Al gobierno de Nicolás Maduro no le ha sentado demasiado bien la decisión de la Administración Trump de incluir a Venezuela, junto a Corea del Norte y Chad, a la lista de países afectados por el nuevo veto migratorio.

Según el nuevo veto, determinados funcionarios políticos venezolanos y sus familiares tendrán prohibida la entrada a EEUU por motivos de seguridad nacional. Según el comunicado emitido por la Casa Blanca, "Venezuela ha adoptado varios de los estándares del Departamento de Seguridad Nacional, pero el gobierno no coopera en verificar si sus ciudadanos representan amenazas de seguridad nacional o de seguridad pública; no comparte adecuadamente información relacionada con la seguridad pública y el terrorismo."

Caracas no tardó en mostrar su enfado, clasificando el nuevo veto de un acto de "terrorismo psicológico y político" en su contra para "forzar un cambio en el gobierno", según reporta el diario español El Mundo.

Aprovechando su intervención en la Asamblea de la ONU en Nueva York, el canciller venezolano Jorge Arreaza declaró ante la prensa que a pesar de que el "gobierno extremista y supremacista" de Trump ataca a Venezuela, Maduro siempre buscará el diálogo.

"Ojalá el presidente Maduro pueda visitar al presidente Trump. Son unas pretendidas sanciones más para justificar y armar un expediente en la opinión pública contra Venezuela", declaró Arriesta a los periodistas.

La orden migratoria decreatada por el gobierno de Trump suspende la entrada a EE.UU. de "funcionarios venezolanos y sus familiares directos de los organismos gubernamentales siguientes:

-Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz

-Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería

-Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas

-Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional

-Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores

Por su parte, el vicepresidente de Venezuela Tareck el Aissami, indicó que el veto migratorio impuesto por EEUU es a la vez un "honor" y un "trofeo", aunque también las calificó de "agresión".

 "Que nos sancione el imperio yankee a los que somos revolucionarios nosotros lo tomamos como (...) el máximo reconocimiento de nuestras luchas históricas. Que nos sancione el imperio para nosotros es un honor", dijo El Aissami que tildó al presidente estadounidense, Donald Trump, de desequilibrado, "soberbio" y "arrogante".