Estados Unidos sigue siendo la tierra donde todo es posible, incluso en la Corte Suprema.

Después de la confirmación del juez Brett Kavanaugh al asiento de Anthony Kennedy, muchos suponían que el órgano principal de la justicia se volcaría hacia decisiones mucho más conservadoras, incluyendo la recisión del derecho al aborto.

Para sorpresa de todos, este lunes la Corte Suprema rechazó la revisión de decisiones de cortes menores a favor de Planned Parenthood, en una disputa legal con dos estados por el acceso de pacientes a servicios a través de Medicaid.

De esta manera, la Corte impidió que se ponga fin a la financiación pública del programa.

La batalla legal se originó después de que un grupo de activistas contra el aborto publicara videos en el 2015 en un intento por restar credibilidad a Planned Parenthood, a quienes culparon de “vender tejido fetal”, según recuerda NBC.

Tanto en Kansas como en Luisiana los gobiernos “terminaron inmediatamente los acuerdos de proveedores de Medicaid con los afiliados del grupo”, una medida que fue debatida por los pacientes en los tribunales, quienes afirmaron que “los estados violaron el requisito de Medicaid que permite a los beneficiarios escoger libremente la atención médica en cualquier proveedor calificado y dispuesto”.

Las cortes federales inferiores sentenciaron a su favor y ordenaron a los estados levantar las prohibiciones, argumentando que “el aborto no es el asunto de debate”.

Aunque el presidente del tribunal, John Roberts, y el mismo Kavanaugh se sumaron a los cuatro jueces liberales de la corte a la hora de rechazar las peticiones de ambos estados, el juez Clarence Thomas (junto a Samuel Alito y Neil Gorsuch) argumentaron que se trataba de “si los individuos tenían el derecho de impugnar la decisión del estado” o no.

“La tenue conexión con un tema políticamente conflictivo no justifica la abdicación de nuestro deber judicial”, escribió Thomas. “En todo caso, la aplicación neutral de la ley es aún más importante cuando los temas políticos están en un segundo plano”.

Sin embargo, la decisión de Kavanaugh de sumarse a la sentencia de la mayoría en la Corte demuestra que quizás la política no llegue tan lejos cuando de hacer lo correcto se trata. Después de todo, su llegada al puesto de la Corte estuvo auspiciada por un fuerte apoyo de activistas contra el aborto.