En una movida “patriótica, no partidista”, el Comité Nacional Demócrata (DNC, por sus siglas en inglés), ha asegurado que “gran parte del ataque ruso contra la democracia estadounidense fue el ciberataque y el robo de información al DNC”, que fue posteriormente difundida por Wikileaks “para perjudicar al Partido Demócrata e influenciar las elecciones del 2016”, reza su comunicado.

The Democratic Party is suing the Trump campaign and Russia. Because winning elections also means protecting elections. https://t.co/9bMVqEkFdg

— Tom Perez (@TomPerez) 20 de abril de 2018

Y es que los demócratas parecen haberse cansado de esperar a la sentencia definitiva del fiscal especial Robert Mueller.

Según reportó inicialmente el Washington Post, “el Comité Demócrata Nacional (DNC) interpuso una demanda multimillonaria” alegando “una conspiración de gran alcance para perturbar la campaña del 2016 e inclinar la elección hacia Donald Trump”.

En el comunicado, el presidente del DNC, Tom Perez, aseguró que “durante la campaña presidencial del 2016, Rusia lanzó un completo ataque contra nuestra democracia, y consiguió un socio voluntario y activo en la campaña de Donald Trump”, explicó a su vez The Hill.

“Esto constituyó un acto de traición sin precedentes: la campaña del nominado para presidente de Estados Unidos en connivencia con un hostil poder extranjero para impulsar sus posibilidades para ganar la presidencia”, continuó.

El documento de la demanda, hecho público por el portal Lawfare, explica en 66 páginas los alegatos del DNC introducidos en una corte federal distrital en Manhattan por la firma de abogados Cohen Milstein, que contiene “detalles no publicados previamente, incluyendo la fecha exacta en la que los rusos traspasaron el sistema informático del DNC: 27 de julio del 2015”, continúa el Post.

De esta manera, la demanda solicita “millones de dólares” en compensación por daños supuestamente sufridos por el partido durante el ataque.

“El DNC argumenta que el ciberataque socavó su habilidad para comunicarse con los votantes, recolectar donaciones y operar efectivamente pues sus empleados sufrieron acoso personal y, en algunos casos, amenazas de muerte”, continúa el reportaje.

Si bien la denuncia no acusa directamente a Donald Trump, sus objetivos son sus asistentes cercanos – incluyendo su hijo, Donald Trump Jr., su yerno Jared Kushner, su director de campaña Paul Manafort y el asistente de Manafort, Rick Gates – y el servicio militar de inteligencia ruso (GRU).

“Es una desgracia para nuestro país que, en vez de tomar medidas para proteger la democracia estadounidense, la campaña Trump se puso a sí misma primero”, continúa Perez en su comunicado. “Y si el ocupante de la Oficina Oval se rehúsa a proteger nuestra democracia, nos toca a nosotros”.

Asimismo, el DNC aseguró que “su foco número uno” es recuperar el terreno perdido ante los republicanos y “elegir demócratas desde las juntas escolares hasta la Oficina Oval”.

“Vamos a mantener nuestros ojos en el premio: recuperar la Cámara de Representantes y el Senado, recuperar las gobernaciones y las legislaturas estatales, y mover a nuestro país en la dirección correcta,” declaró. “Pero ganar elecciones también significa proteger las elecciones, y hoy estamos haciendo exactamente eso.