“Gabbard es la favorita de los Rusos”, dijo la ex candidata presidencial y secretaria de estado Hillary Clinton al presentador David Plouffe en su podcast Campaign HQ la semana pasada. “Tienen un montón de sitios y bots y otras maneras de apoyarla”.

La especulación de Clinton parecía alimentada por la naturaleza de la campaña de Gabbard, representante del segundo distrito del Congreso de Hawaii, quien lanzó su candidatura a las primarias demócratas el 2 de febrero de este año.

En una marea de candidatos de todos los trasfondos, Gabbard ha marcado la diferencia por ser el nombre más googleado después de cada debate demócrata, y por haber marcado su posición contra el Comité Nacional Demócrata, su sistema de clasificación de los candidatos y el tiempo que se les otorga para exponer sus perspectivas en cada sesión.

A pesar del poco cubrimiento mediático que ha recibido su campaña, Gabbard llegó a los titulares por su reticencia a condenar el régimen de Bashar Al Assad en Siria, lo que despertó algunos rumores sobre su posible relación con Moscú.

Durante el último debate de las primarias en Octubre, la representante atacó al presidente Trump por haber dado luz verde a Turquía en su invasión de la frontera norte de Siria, asegurando que “Donald Trump tiene la sangre de los Kurdos en sus manos”, pero asegurando que “también lo tienen muchos de los políticos en ambos partidos en nuestro país que han apoyado esta guerra por ‘cambio de régimen’ en Siria”.

“No sólo eso, sino que The New York Times y CNN también han acusado a veteranos como yo por llamar a poner fin a la guerra de cambio de régimen”, agregó.

Gabbard hacía referencia a un reportaje previo del Times que expuso cómo el perfil de la candidata ha recibido un curioso y amplio apoyo en redes por parte de personajes de extrema derecha, nacionalistas blancos e incluso simpatizantes del presidente Trump.

Para ello, Clinton tenía una explicación no fundamentada: “Creo que (los Republicanos) han puesto sus ojos en alguien que se encuentre en las primarias demócratas y la están preparando para ser la candidata de un tercer partido”, dijo.

Por su parte, la representante respondió agresivamente en Twitter, llamando a la ex secretaria de estado “la reina de los belicistas, encarnación de la corrupción y personificación de la podredumbre que ha enfermado al Partido Demócrata durante tanto tiempo”.

Tom Nichols, autor de The Death of Expertise e investigador especialista en asuntos internacionales, la decisión de Clinton de opinar sin fundamentos sobre la posibilidad de que Gabbard sea un agent provocateur, “fue un error”.

“Lejos de exponer o frustrar a Gabbard, como quieren creer los leales de Clinton, la ex secretaria de Estado perdió de vista el objetivo al hacer una acusación sin pruebas”, escribió Nichols en su columna para The Atlantic. “Gabbard ahora podrá desacreditar las preocupaciones reales sobre ella como teorías de conspiración”.