Después de ser una de las Primarias más diversas en la historia, las elecciones por la nominación demócrata se han vuelto, nuevamente, una batalla entre dos hombres blancos.

Mientras el Senador Bernie Sanders se llevaba la mayoría de los delegados en Iowa, Nevada y New Hampshire, el ex vicepresidente Joe Biden obtuvo una poderosa victoria en Carolina del Sur, con el 48.8% de los votos el pasado fin de semana.

Este martes, y mientras los votantes de 14 estados dan inicio a su proceso de selección, Biden se ha transformado en la opción más sólida para los miembros del establisment Demócrata que temen que la victoria de la campaña Sanders signifique la reelección de Donald Trump en noviembre.

El día lunes, el ex alcalde de South Bend, Pete Buttigieg, la Senadora Amy Klobuchar y el favorito de Texas, Beto O’Rourke, se sumaron al ex vicepresidente en Dallas en apoyo a su campaña.

De igual manera, y según reportó CBS News, el ex alcalde de Virginia Terry McAuliffe anunció su apoyo a Biden, junto al senador Tim Kaine, el congresista Bobby Scott, las congresistas Jennifer Wexton y Verónica Escobar, el congresista Gil Cisneros y la senadora de Illinois Tammy Duckworth.

“Estoy encantado de apoyar y respaldar a Joe Biden,” dijo el ex alcalde de South Bend a un grupo a las afueras de un restaurante de Dallas el lunes por la noche. “Es alguien con gracia, bondad y empatía extraordinarias”.

Klobuchar, por su parte, dijo en un mitin de la campaña del ex vicepresidente: “Él puede unir a nuestro país y construir esa coalición de esa base demócrata enardecida, así como de independientes y republicanos moderados. Porque nosotros, en nuestro partido, no queremos ganar con una victoria. Queremos ganar a lo grande.”

El riesgo, para muchos, es que el coqueteo “socialista” del senador Sanders, frecuentemente visto como “muy radical” para el votante promedio demócrata, pueda no sólo dar la victoria a Trump en noviembre, sino poner al Partido en una dirección ideológica que va más allá de lo tolerable por la maquinaria económica detrás.

“Una racha de victorias para Sanders en estados como California, Texas y Minnesota tiene el potencial de alterar fundamentalmente la identidad de un partido que ha buscado rehacer durante décadas de acuerdo con su propia visión,” explica CNN. “Pero si Biden puede reunir a los votantes indecisos, especialmente a los moderados de los suburbios, la posición de Sanders se debilitaría dramáticamente - y la promesa inicial de su campaña se pondría en duda.”

Esta promesa incluye, en parte, mantener el control en la Cámara de Representantes y retomar la mayoría en el Senado.

Pero para sus seguidores, su nominación –y la idea detrás– es un movimiento urgente en la política del país; síntoma de ello fue el récord de recaudación de fondos anunciado por su campaña el pasado lunes, con una cifra de 46.5 millones de dólares tan sólo en el mes de febrero, lo que asegura que “Sanders se mantenga competitivo”, explicó el medio.

"Estoy orgulloso de las organizaciones de base que tenemos. Mira, estamos enfrentando el sistema. Y entiendo perfectamente, no me sorprende que los políticos del sistema no nos apoyen", dijo Sanders cuando se le preguntó sobre el reciente botín de Biden. "El sistema se reunirá en torno a los candidatos del sistema. Esa es la simple realidad."