Ya había sucedido antes. En Junio del 2016, la Corte Suprema decidió anular la condena de corrupción del ex gobernador de Virginia Bob McDonnell, pues consideró que “actividades políticas como organizar reuniones o llamar a funcionarios, no calificaban de ‘actos oficiales’ definidos como estatutos de soborno”, según reportó Reuters.

Menendez fue acusado en 2015 por ocho cargos de soborno, producto de una investigación llevada a cabo por el Departamento de Justicia durante dos años, que determinó el intercambio de favores políticos y regalos de lujo entre el senador y el Dr. Salomon E. Melgen de Florida.

Melgen fue hallado culpable en abril por haber manipulado el sistema de salud en su estado para robar hasta 105 millones de dólares., y su relación con el senador Menendez se basó en donaciones de campaña. Según reportó el New York Times, Menendez también fue acusado por conspiración y falso testimonio.

Tanto el senador como sus abogados han mantenido firme la declaración de “no culpable”, aumentando los esfuerzos para evitar un juicio criminal público.

Ante la negativa de la Corte Suprema el día lunes de aceptar una impugnación que retirara los cargos de corrupción, el equipo legal del senador ha decidido introducir el alegato del caso McDonnell.

Sea cual fuere el caso, el juicio de Menendez sigue pautado para el día 6 de septiembre.

La batalla del Departamento de Justicia se basa en el argumento de que “ningún otro senador de New Jersey” había recibido vuelos privados gratuitos, alojamientos en resorts en Paris, viajes de República Dominicana ni más de 750.000 dólares en contribuciones a campañas políticas.

Según la defensa de Menendez, esos son tan sólo “regalos de un buen amigo”.

Pero Menendez no está solo. Durante el mes de marzo el Fiscal de Distrito de Filadelfia, Seth Williams, fue hallado culpable por los mismos cargos, incluyendo también viajes a un resort en República Dominicana, demostrando un nuevo panorama para los legisladores estadounidenses, donde la inmunidad de la que gozaban antes marcará la pauta para quienes pretendan representar a la ciudadanía estadounidense.