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Los trabajadores negros y marrones de Amazon han citado muchos casos de racismo por parte de los clientes mientras entregaban paquetes. Se quejaron, pero a menudo fueron devueltos a las mismas direcciones. Foto: Patrick T. Fallon/Getty Images

En Amazon, los repartidores negros y marrones son los que lo pasan peor

Un informe reciente de Vice's Motherboard afirma que muchos conductores negros y marrones se ven obligados a repetir entregas continuamente a la misma…

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Para muchos repartidores de Amazon en los EE. UU., la intimidación, las amenazas de violencia y la agresión injustificada de los clientes y de sus vecinos forman parte de su decorado profesional habitual.

Los conductores negros y morenos, en particular, son los que se topan con clientes racistas de forma más habitual. 

Motherboard, la revista online de VICE News dedicada a tecnología, ciencia y seres humanos, habló recientemente con diez conductores de entrega de Amazon (actuales y anteriores) en varios estados para que les contaran sus historias sobre racismo y violencia en el trabajo.

El gigante minorista tiene un sistema para bloquear a clientes racistas o eliminarlos de sus rutas de entrega, pero muchos conductores afirman que Amazon y sus socios de servicios de entrega no siempre utilizan este sistema, por lo que los clientes racistas permanecen en las rutas.

Según los informes, Amazon tampoco se comunica con sus conductores sobre cómo manejaron los incidentes graves. Dos conductores diferentes confesaron a Motherboard sobre las ocasiones en que fueron enviados de regreso a las mismas direcciones donde sufrieron incidentes traumáticos, incluso después de que se les asegurase que no tendrían que volver a ir.

Los conductores de reparto argumentan que parte del problema proviene de la misión autoproclamada de la compañía: "obsesión por el cliente", y su voluntad de anteponer las necesidades de los clientes en detrimento de sus conductores, que a menudo son personas de color.

Los conductores de reparto negros y marrones aseguran haber sido amenazados y  acosados, ​​y haber experimentado incidentes racistas en el trabajo, especialmente cuando trabajaban en barrios predominantemente blancos.

Muchos conductores dijeron que abrir una puerta o entrar a la propiedad de determinados clientes de Amazon les ha desencadenado ataques de pánico, miedo y ansiedad. Afirman que estas experiencias provienen con mayor frecuencia de direcciones cuyos residentes han acosado a trabajadores con anterioridad, o que exhiben banderas Confederadas o de Blue Lives Matter.

Un ex conductor de Amazon Flex confesó a Motherboard que entregó un paquete con su propio automóvil como contratista independiente a una casa en Puyallup, Washington, y quedó desconcertado por un mensaje escrito en un felpudo.

Decían: "Esta casa está defendida por el Bendito Señor y un arma, es posible que se encuentren con ambos si no son bienvenidos".

"Esa alfombra está grabada en mi memoria", dijo el ex repartidor.

Amazon afirma tener protocolos de seguridad que protegen a sus conductores de comportamientos racistas, violentos y agresivos.

En respuesta a una consulta de VICE News, una portavoz de Amazon, Alexandra Miller, dijo que la seguridad es de “máxima prioridad” y que la corporación está orgullosa del trabajo que realiza para garantizar la seguridad de sus empleados.

"Cuando ocurre un incidente, los conductores notifican tanto a su DSP como a un equipo de Amazo,n que se dedica a revisar y reportar la preocupación del conductor", dijo Miller.

Por muy segura que pueda estar de los protocolos vigentes en Amazon, los conductores de color (actuales y anteriores) están contando una historia diferente.

El verano pasado, un conductor de reparto negro llamado David estaba dejando un paquete en una comunidad cerrada en San Bernardino, California, cuando dos hombres blancos de mediana edad en una camioneta lo apuntaron con armas.

El vehículo lo acechó durante lo que David estimó en 20 minutos, antes de que uno de los hombres corriera hacia una casa cercana y le apuntara con un arma a través de una ventana. El otro hombre, que se quedó en el coche, le apuntó con otra pistola desde la ventanilla bajada del vehículo.

"Definitivamente fue lo peor que me pasó en ese trabajo", dijo David a Motherboard. "Parecía un acto de intimidación para sacarme de su vecindario".

Michelle, una repartidora y despachadora negra de Amazon en Illinois, dice que los incidentes racistas son una rutina habitual para los conductores en su área, y explica que los insultos raciales son los más comunes.

Un caso la dejó particularmente agitada. El verano pasado, Michelle solía entregar paquetes a la misma mujer blanca, que criticaba repetidamente el servicio de Michelle.

En el transcurso de varios repartos, la cliente se enojó cada vez más y, en una ocasión, siguió a Michelle hasta su camioneta, gritando y llamándola "perra negra perezosa", y dijo "jodidos n* que no les gusta trabajar".

Cuando regresó a la estación de reparto e informó del incidente a su gerente, se le aseguró que la dirección estaría en la lista negra y que no tendría que regresar a ella nuevamente. Sin embargo, Michelle siguió teniendo la dirección de esta mujer en sus rutas de entrega.

"Me hizo sentir como 'guau, a ustedes no les importa mi seguridad en absoluto'", dijo Michelle. "Esta señora se me acercó y me llamó de todo, pero todavía estoy repartiendo allí".

Amazon no tiene fama precisamente por valorar a sus empleados, y este es otro ejemplo más de cómo sus repartidores negros y morenos se ven privados de sus derechos de forma rutinaria y no se hace nada para proteger su bienestar económico, emocional o físico.