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El senador republicano de Wisconsin Ron Johnson (c) habla con los miembros de los medios de comunicación en un banco de elevadores cerca de la cámara del Senado durante las votaciones sobre las enmiendas a un plan de recorte de impuestos elaborado por los republicanos el jueves 30 de noviembre de 2017, en Capitol Hill en Washington, DC (EE. UU.). EFE/MICHAEL REYNOLDS
El senador republicano de Wisconsin Ron Johnson (c) habla con los miembros de los medios de comunicación en un banco de elevadores cerca de la cámara del Senado durante las votaciones sobre las enmiendas a un plan de recorte de impuestos elaborado por…

¿Qué sucedió esta semana con la Reforma Fiscal Republicana?

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Seguir el desarrollo de las maniobras judiciales puede resultar tedioso. Pero cuando se trata de la remodelación más importante del sistema fiscal en los últimos años, es mejor estar al tanto de todo lo que sucede.

Después de que los Republicanos se pusieran finalmente de acuerdo y la Cámara de Representantes aprobara su proyecto, la reconciliación de los requerimientos de cada bancada legisladora se transformó en un juego de Ping-Pong entre ambas Cámaras, llegando finalmente a una votación en el suelo del Senado esta semana.

Mucho se ha publicado sobre el contenido de la propuesta y sobre cómo afectará a la población estadounidense de acuerdo a los estratos socioeconómicos, pero todo se resume en esto: los Republicanos quieren una reforma que recorte los impuestos en las grandes empresas, a expensas de la deuda nacional y con la promesa de que el “boost” económico que ello implicaría compensará a la larga el gasto en las arcas del país.

Así lo explicó el Washington Post, asegurando además que esa matemática no es del todo segura.

Según el medio, la deuda del país aumentará en 1.5 billones de dólares y que el crecimiento económico suplirá tan sólo un tercio de esa deuda, tal como lo explicó el Comité Conjunto sobre Contribución (JCT, por sus siglas en inglés) el pasado jueves.

En un principio, la Casa Blanca argumentó que “los recortes fiscales se pagarán a sí mismos”, pero el Post – y varios especialistas en el asunto – advierten que “no se llegará tan lejos”.

Asimismo, el gobierno ha respaldado la medida asegurando también un “alivio fiscal” para la clase media pero, como hemos dicho antes, los recortes fiscales propuestos para la clase media son menos que los que se plantean para las personas de mayor ingreso y, a diferencia de los recortes corporativos, vencerán en una década. Es decir, que dentro de diez años las personas que ganan menos de 75.000$ al año probablemente verán un aumento en sus impuestos.

¿Dónde estamos parados hoy?

Según declaró el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell (R-Ky), al parecer ya el plan cuenta con los votos suficientes para ser aprobado.

Después de negociaciones internas, quienes se mostraban escépticos dentro de la bancada republicana han accedido a respaldar el proyecto. Entre ellos, el senador Jeff Flake (R-Ariz), ha sumado su apoyo después de negociar una solución a la situación migratoria de los Dreamers.

¿Qué falta?

Por los momentos, ambas cámaras (la de Representantes y el Senado) se encuentran en proceso de reconciliación, logrando saldar las diferencias entre ambas propuestas para llegar a un acuerdo final.

Entre los últimos avances se encuentra el abandono de la rescisión del Alternative Minimum Tax, una estrategia que hubiese permitido a los más ricos evitar pagar impuestos a través de sus deducciones.

Después de que el JCT hiciera público su análisis sobre el impacto negativo de la propuesta, varios senadores dentro del mismo partido han exigido aún más cambios y esto podría llevar más tiempo de negociaciones.