¿Puede Trump resolverlo todo con tarifas?
Tras su última amenaza de imponer tarifas a México si no hace algo con respecto al flujo inmigrante en la frontera, Donald Trump ha vuelto a recurrir a la…
Asociar a Donald Trump con dinero no es solo algo de lo más común, sino la única relación posible.
Desde su llegada a la Casa Blanca, el magnate de Manhattan ha traído a la política estadounidense su supuesto “arte de la negociación”, transformando el rol de Estados Unidos en la escena internacional basándose únicamente en las finanzas a la hora de practicar la diplomacia.
Sumar eso a su incapacidad para conseguir realmente hacer algo por el país, es un muy buen resumen de su Administración. Un buje ejemplo de ello ha sido su perenne batalla contra la inmigración.
Tras no lograr construir un muro ni crear una política migratoria válida para el país, Trump ha recurrido a lo único que sabe hacer: cobrar dinero.
Durante los últimos días, su campaña por imponer un 5 por ciento a las tarifas sobre productos importados de México ha sido la comidilla de los medios, quienes advierten las consecuencias de golpear al vecino cuando de economía se trata.
Según reportó CNN, México se ha transformado en el socio mercantil más importante de Estados Unidos, gracias a la reformulación del antiguo Tratado de Libre Comercio, y debido a la gran cantidad de dinero que se mueve a través de la frontera (unos 50 mil millones de dólares al mes, aproximadamente).
La propuesta del presidente de imponer tarifas no objetivas sobre los bienes —que incluyen desde vegetales hasta piezas para el ensamblaje de autos— no ha dado tiempo a los negocios afectados a calcular el impacto sobre el mercado, sin embargo, y basándose en las cifras del año anterior, partes involucradas como el Deutsche Bank prevén que de hacerse realidad la imposición de tarifas sumaría unos 1.300 dólares al precio de autos estadounidenses.
CONTENIDO RELACIONADO
Un impacto parecido sufrirían las importaciones de equipos electrónicos y petróleo, lo que se vería reflejado en la fuerza laboral del país.
Un estudio publicado por el Perryman Group estimó que “la gente y las empresas en Estados Unidos pagarían más por los productos mexicanos”.
La agencia estima que “las tarifas propuestas conducirían a un aumento en los costes directos de aproximadamente 28.100 millones de dólares cada año”. Tras considerar los efectos multiplicadores y las pérdidas netas en la economía estadounidense, el informe incluye “un estimado de 41.500 millones en producto interno bruto y 24.600 millones en ingresos cada año”, dando como resultado una pérdida total de de alrededor de 406.000 empleos, afectando fundamentalmente a estados como Texas.
Por su parte, y ante la presión mediática impulsada por la Administración Trump, el gobierno mexicano ha decidido sentarse en la mesa de negociación para intentar cumplir con algunas de las demandas del país vecino.
Según reportó el Washington Post, una de las estrategias discutidas ha sido la de “aumentar drásticamente los esfuerzos de México para hacer cumplir la ley de inmigración y dar a Estados Unidos más libertad para deportar a los centroamericanos que buscan asilo”.
Esta nueva estrategia reformaría las leyes de asilo contempladas en la región, buscando obligar a los centroamericanos a “buscar refugio en el primer país extranjero que pisaron después de huir de su país de origen”. De esta manera, los inmigrantes guatemaltecos, hondureños y salvadoreños que ponen pie en territorio estadounidense podrían ser inmediatamente deportados.
De no llegar a un acuerdo durante las próximas horas, las tarifas entrarán en vigor el día lunes, afectando la economía nacional y dando por sentado que el gobierno estadounidense no busca resolver el asunto de raíz sino seguir los impulsos de un hombre que no sabe hacer negocios.
DEJE UN COMENTARIO:
¡Únete a la discusión! Deja un comentario.